Industria que preocupa
Mientras el Gobierno lucha en el Congreso por obtener facultades legislativas, hay cifras de la actividad económica que merecen una mayor atención.
Por ejemplo, en julio último la producción del sector manufactura aumentó en 1.2%, principalmente por el comportamiento registrado en el procesamiento de harina y aceite de pescado. Sin embargo, si se escudriñan las cifras se descubre un fuerte descenso en la industria no primaria.
Los resultados que muestra un último informe del Banco Central de Reserva revelan una fuerte disminución de la manufactura vinculada a la producción metálica, pinturas, barnices y materiales para la construcción, que en su conjunto cayeron 9.6% en julio, el peor nivel desde marzo de este año.
Un comportamiento similar se observa en la producción industrial de consumo masivo -como prendas de vestir, papel y cartón y productos lácteos – con una caída de 3%, la mayor de los últimos tres meses. Igual trayectoria muestra la industria vinculada a las exportaciones, que en los últimos 18 meses solo en dos oportunidades ha tenido resultados en azul, siendo la disminución de julio (12%) la mayor en 16 meses.
Asimismo, las ramas industriales orientadas a los insumos como plásticos, plaguicidas y madera tuvieron una reducción de 6.2%.
El Banco Central destaca que si bien la manufactura no primaria disminuyó 2.4% entre enero y julio del presente año, en términos desestacionalizados, la disminución es mayor ya que llega a 6.8%.
Estos resultados validan, lamentablemente, la percepción de que por más que hayan mejorado las expectativas empresariales y la confianza del consumidor, la recuperación de la economía vinculada a la demanda interna no está a la vuelta de la esquina y, por tanto, tardará la recuperación de posiciones perdidas en los últimos tres años.
Es así que entre los meses de enero y mayo los sectores no primarios de la economía tuvieron un crecimiento mensual promedio de 3.1%, pero en junio este apenas fue de 2.2% y en julio, último dato oficial con que se cuenta, solo llegó a 1.4%, tal como resalta el último reporte semanal de Macroconsult.
Todo esto invita a reflexionar que todavía en el primer semestre del próximo año el comportamiento de la economía dependerá principalmente de las actividades primarias y que recién a partir del segundo semestre se puede generar un claro cambio de tendencia, si es que las medidas que adopte el Gobierno con las facultades que pueda otorgar el Congreso resultan favorables.
Una muestra de cuánto de las expectativas se trasladarán a la intención de compra de los consumidores se verá en la próxima campaña de fin de año, que para la mayor parte de la actividad comercial es la más importante.