Recuperando el ritmo
La economía registrará en el primer trimestre un crecimiento mayor al 4%, estima el Banco Central de Reserva y más de un analista. Por lo pronto, en el primer bimestre la expansión alcanza 4.7%, aunque el PBI no primario tiene una tasa menor: 3.2%.
Si bien el resultado es alentador, no hay que dejar de lado que se explica principalmente por la recuperación de la minería, en especial por el ingreso de proyectos como Las Bambas y las ampliaciones de algunos yacimientos, ya que la industria vinculada a la demanda interna ha caído en 19 de los últimos 20 meses. La construcción recién en febrero tuvo una cifra en azul tras varias caídas consecutivas, por lo que es pronto vislumbrar si es el inicio de su repunte.
Cuando la manufactura no primaria empiece a recuperarse, el crecimiento tendrá un mayor impacto en los diversos estratos socioeconómicos. El problema es que los factores que hicieron posible el fuerte crecimiento entre el 2012 y 2013 de 6.1% cada vez tienen un menor peso y como bien advierte un reciente estudio del BBVA Research, “el crecimiento sostenido de la economía declinará en los próximos años y se ubicará por debajo del 4%”. Siempre y cuando el nuevo Gobierno siga con la política del piloto automático.
Por eso, resulta vital, tal como hemos remarcado más de una vez, que el programa económico de corto plazo en los primeros 100 días sea capaz de acompañar esta recuperación y, sobre todo, extenderla hacia las actividades más vinculadas a la demanda interna. Un factor que jugará a favor será la mejora de la confianza del consumidor. En el caso de Lima durante marzo mostró una recuperación, según el indicador de Apoyo Consultoría.
El renacer del optimismo también se comienza a observar en provincias y a nivel empresarial se evidencia en la evolución del sondeo de expectativas que mensualmente realiza el Banco Central de Reserva entre las 350 principales compañías del país. Todo esto, si el próximo Gobierno logra administrar adecuadamente, puede ser útil para que se afiance el crecimiento.
A diferencia de lo que sucedió en la segunda vuelta del 2011, esta vez no hay preocupación en que se vayan a introducir cambios al modelo económico. Lo que sí preocupa es que los candidatos hayan y aún estén prometiendo medidas de corte populista, que en su momento pasarán la factura, como le sucedió al presidente Ollanta Humala en el caso de Conga.
En ese sentido, hay inquietud por la política fiscal que finalmente se vaya a adoptar, dado el énfasis que han puesto tanto Keiko Fujimori como Pedro Pablo Kuczynski en el rol que cumplirá la inversión pública.
Tal como advirtió la semana pasada Moody’s en Gestión, no hay suficiente espacio fiscal para medidas como reducir las tasas impositivas o usar el Fondo de Estabilización Fiscal. Es por eso que resulta vital el debate económico sobre las propuestas de ambas agrupaciones, lo cual no sucedió durante la primera vuelta electoral.