El sector salud debe estar en la agenda
La primera vuelta ha llegado a su fin y en las próximas ocho semanas el país vivirá la segunda etapa de la carrera electoral que definirá quién dirigirá el próximo Gobierno.
La campaña, en los últimos meses, se caracterizó por la ausencia de un mayor debate de temas cruciales para el futuro del país. Por eso, es necesario que en esta segunda vuelta se discutan los planes de gobierno de manera profunda. Y no solo se trata de devolverles la confianza a los inversionistas, como en más de una oportunidad hemos reclamado, sino también debe atender en forma eficiente las prioridades sociales.
En ese línea, el sector salud debe ser parte importante de la agenda que los candidatos discutirán en los próximos dos meses.
Una mesa redonda organizada semanas atrás por Gestión y el Instituto de Estudios Peruanos concluyó que uno de los retos principales en el sector salud es involucrar a todos los estamentos claves del gobierno nacional, regional y municipal, para evitar nuevas frustraciones. Quedó claro que muchos de los problemas tienen su origen en la falta de agua y saneamiento que padecen ocho millones en el país o, lo que es peor, el servicio de agua potable se ofrece contaminado.
Lo anterior debe obligar a que la próxima administración del Estado tenga muy en cuenta las tareas que debe asumir para transformar a Sedapal y a las empresas prestadoras de servicio de saneamiento (EPS) en provincias. Esta reforma no puede estar desvinculada de los otros esfuerzos para mejorar la salud de los peruanos. Como tampoco puede desligarse de la lucha contra la desnutrición que está en manos del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis). Si bien en los últimos cinco años se produjeron algunos avances, estos han estado lejos de las metas establecidas.
Por supuesto que todo lo anterior requiere también de un sistema de aseguramiento eficaz. Actualmente, el número de peruanos que cuentan con un seguro de salud ha crecido: el 80% de la población tiene alguna forma de aseguramiento, pero aún el 20% no cuenta con cobertura. Sin embargo, el alto porcentaje con algún registro de aseguramiento no debe llevarnos al engaño, pues se debe principalmente al Sistema Integral de Salud (SIS), entidad que, lamentablemente, todavía no se ha convertido en un verdadero esquema de aseguramiento y gestora de riesgo.
Además se requiere incorporar a los trabajadores independientes a algún sistema de seguro, pero antes de contemplar alguna propuesta obligatoria deben demostrarse los aspectos positivos de poseerlo. En el imaginario de los peruanos, muchas veces no se aprecian las ventajas de tener un seguro.
Por último, se debe contar con la infraestructura necesaria y el personal capacitado, sobre todo en lo que es atención primaria, para evitar la posterior congestión de los hospitales.
Si no se considera que la responsabilidad en salud es compartida entre los diferentes estamentos, los peruanos seguirán desilusionados con los servicios del Estado.