El patito feo
La industria cayó 1.7% el año pasado y registró una desaceleración en su crecimiento en el quinquenio del 2011 al 2015, periodo en el cual la tasa promedio anual fue de 1.4%, mucho menor a la que se tuvo entre los años 2006 y 2010, cuando fue de 6.8%.
El bajón se produjo principalmente por el lado de la manufactura primaria, en la cual la elaboración de harina de pescado tiene gran peso. Recordemos que durante el Gobierno de Ollanta Humala hubo controversia por diversos decretos que en los tres primeros años elaboró el Ministerio de la Producción sobre la actividad pesquera.
Pero tampoco la manufactura no primaria tuvo un desempeño relevante, pues en el último quinquenio su producción apenas se incrementó a una tasa promedio anual de 1.8%, mucho menor, que estuvo lejos del 8%, tasa que se obtuvo entre los años 2006 y 2010. Como era de esperarse, ello también se ha reflejado en el empleo. Todas estas cifras revelan que la situación de la manufactura en general no tuvo una gran atención en la presente administración, salvo el esfuerzo que el actual ministro de la Producción, Piero Ghezzi, realiza a través del Plan de Diversificación Productiva. Como ya se ha dicho, estas propuestas debieron ser parte del Gobierno desde el inicio.
Sin embargo, el sector tampoco ha despertado el interés de los candidatos que aspiran al sillón de Pizarro. Por ejemplo, Keiko Fujimori y Julio Guzmán, que en estos momentos lideran las encuestas, no tienen propuestas concretas para apuntalar la actividad. Pese a que su peso en el PBI es algo más del 16%.
Cuando se lanzó hace más de un año el Plan de Diversificación Productiva, hubo muchas críticas. Por un lado, la reminiscencia que podía significar con respecto al velasquismo y, por otro lado, hubo cuestionamientos por su énfasis tan solo normativo. Pero se puede afirmar que, al igual que los avances en Servir y la reforma educativa, hay un trabajo realizado que ha permitido identificar hasta 24 cuellos de botella que ya han sido removidos. En algunos casos, como en el sector forestal, los avances han sido más grandes. El impacto será mayor en los próximos años si no se abandona el camino ya recorrido.
Todavía queda por combatir aspectos claves de la tramitomanía, y eso requiere una visión que, por ahora, no se vislumbra en los planes de gobierno de los candidatos que hoy compiten en las elecciones. Tal es el caso de Alfredo Barnechea, quien es uno de los candidatos que más énfasis ha puesto en el tema con su discurso desarrollista, aunque no se refleje en los planteamientos que ha presentado.
Es loable que se pretenda exportar algo más que concentrados de la minería, pero no se puede dejar de lado que esta actividad también tiene encadenamientos con el sector metalmecánico que pueden ser mayores si nuevamente se retoman los proyectos paralizados.
Lo que sí no debe suceder es enfrascarse en solo un debate ideológico sin tener en cuenta a los actores. Es decir, a los empresarios industriales.