La hora de las tentaciones
La decisión de la Comisión de Economía, la semana pasada, de aprobar la libre disponibilidad de hasta el 95.5% de los fondos de los afiliados al sistema privado de pensiones ha puesto, otra vez, el foco en la agenda del Congreso.
Y es que los diversos grupos de trabajo del Parlamento tienen más de un proyecto que puede convertirse en una bomba de tiempo para el próximo Gobierno.
Ya hemos sido testigos de cómo se han aprobado iniciativas como, por ejemplo, otorgar a Petroperú la posibilidad de asumir la explotación del lote 192 en la selva y con ello permitir el renacimiento de la empresa petrolera estatal.
En ese sentido, actualmente hay más de una iniciativa que puede convertirse en ley y que debería preocuparnos. Así, la bancada fujimorista plantea restituir la franja de precios a algunos alimentos, reducida por decreto del Poder Ejecutivo meses atrás. Y también propone elevar la tasa de participación de los trabajadores en la distribución de las utilidades de las empresas.
Pero no solo el fujimorismo inquieta, pues lo mismo ocurre con otras agrupaciones, como aquellas que consideran que Perupetro debe adjudicar a Petroperú todos los lotes petroleros cuyos contratos vayan venciendo. También se pretende establecer límites a la propiedad de los predios agrarios y modificar el régimen del CAS para establecer una nueva regulación. Es decir, hay de todo, como en botica.
Los candidatos presidenciales tampoco se quedan atrás. Algunos se van más a la izquierda de los proyectos de ley y otros tienen un discurso de lugares comunes. Hasta el momento, no hay propuestas concretas frente a los problemas que agobian al país.
No solo eso. Tampoco se conoce, en la mayoría de partidos en competencia, a los hombres y mujeres que están detrás de los candidatos y candidatas. Anoche, Acuña eludió una pregunta sobre este tema. Tras la experiencia de la elección de Ollanta Humala, este tema no es menor, pues resulta clave conocer quiénes acompañarán al próximo ocupante del sillón de Pizarro para gobernar el país.
Es cierto que los votantes no toman muy en cuenta los planes de gobierno, pero, como decíamos hace dos semanas, sí graban en su memoria las ofertas electorales, que luego, sobre todo en provincias, servirán como bandera política para realizar sus reclamos. Ese fue el caso de Conga y otros más de los que hoy vivimos sus consecuencias.
Las tentaciones populistas son pan de cada elección presidencial, pero en el 2016 se pueden convertir en decisivas, dado que, a diferencia de los dos últimos comicios, esta vez una buena parte de los ciudadanos sufre el impacto de la desaceleración del crecimiento económico, ya sea en la pérdida de empleo o en el congelamiento de sus ingresos. Por eso habrá que estar muy alertas de cada iniciativa y de cada mención populista durante la campaña.
Nota de redacción: Sirvan estas últimas líneas para expresar el rechazo a los actos terroristas realizados en Francia que merecen todo el repudio, más aún cuando en el Perú fuimos víctimas de esta insania.