¿Una nueva oportunidad?
El jueves pasado, en la columna editorial de Gestión, consideramos necesario que el Ejecutivo observe el proyecto de ley aprobado por el Congreso que autorizaba a Petroperú, mediante negociación directa, que asuma la explotación del lote 192. Asimismo, planteamos que el Legislativo reflexione, respete el contrato firmado con Pacific Stratus y que sea el próximo Parlamento el que decida el futuro accionar de la empresa estatal.
El Gobierno, aunque con una estrategia errónea de comunicación, decidió observar el proyecto, proponiendo que el lote no sea adjudicado directamente a la empresa estatal y que participe en un proceso de licitación cuando finalice el contrato con Pacific Stratus, en dos años, pero sin utilizar recursos de la caja fiscal.
Es una propuesta que puede tener posibilidades de éxito, si es que esta vez el Gobierno maneja política y adecuadamente el tema.
Además, adoptando una línea correcta, el Ministerio de Economía ha rectificado su posición y ahora permitirá que Petroperú también goce de crédito fiscal por la venta de combustibles en la Amazonía, donde existe exoneración del IGV por dicha comercialización.
¿Por qué afirmamos esto? La clave está en los resultados de la última encuesta nacional de GfK, la misma que revela que en la zona del oriente el 47% considera que Petroperú debe esperar a que termine el contrato con la empresa que actualmente opera el yacimiento, para que luego pueda asumir finalmente su control. Solo el 33% cree que debe operar ni bien pueda hacerlo.
Indudablemente que lo que dice la calle no es lo que piensan las bancadas en el Congreso, sobre todo aquellas que, como el fujimorismo, ya se han pronunciado por la insistencia del proyecto inicial, haciendo caso omiso a la propuesta del Poder Ejecutivo.
Y es que, decidir el control del lote 192, no puede ser una medida aislada si es que no se tiene claridad sobre el futuro de Petroperú. Para eso se necesita que los candidatos presidenciales se pronuncien sobre el tema y no solo sobre un hecho puntual.
El momento es difícil, puesto que las comunidades cercanas al lote continúan perturbando la operación del mismo y además es altamente probable que los grupos loretanos que están en contra de la observación del Ejecutivo aprovechen políticamente que la próxima semana se inicia la asamblea del Fondo Monetario y del Banco Mundial para adoptar medidas de fuerza y presionar con ello al presidente Ollanta Humala.
El presidente del Congreso también puede cumplir un rol clave en este debate.
La semana pasada, en entrevista con Gestión, dijo que el ruido político no sale del Parlamento sino del propio Gobierno y que “hay un Gobierno sin brújula”. Luis Iberico bien puede generar un consenso entre las fuerzas políticas para propiciar una reflexión.
Después de todo, la propuesta del Ejecutivo no cierra la posibilidad a que Petroperú pueda, en dos años, asumir la explotación del lote 192.