Guerra avisada no mata gente
El 54% de los peruanos considera que el Gobierno no está tomando las medidas de prevención necesarias ante El Niño.
Esta percepción confirma lo que ya anticipaban las cifras del presupuesto para enfrentar el fenómeno climático: una baja ejecución.
Y el tema preocupa, porque la incidencia en el crecimiento económico del próximo año puede generar que el 2016 sea peor que el 2015 en caso de que El Niño resulte de gran envergadura. En esa situación, las proyecciones, hasta el momento, indican que la expansión del PBI podría ser algo más del 1%, con lo cual no solo complicaría el final del actual Gobierno, sino también de la nueva administración que surja tras las elecciones del 2016.
En la historia del país, al menos en ocho oportunidades, el impacto ha sido fuerte. El primero del que se tiene conocimiento que ocasionó graves daños es el que ocurrió en 1891, aunque el que trajo uno de los mayores golpes para la economía fue el de 1982-1983, que provocó una caída del PBI del 11.8%. Por tanto, resulta importante que el tema se convierta en el primer punto de la agenda del país. Y esta no solo debe ser una tarea para el Gobierno sino también para el sector empresarial y los partidos políticos.
En esta línea, las fuerzas armadas han decidido tomar el liderazgo en vincularse con la sociedad civil, especialmente con los gremios empresariales. Tal como damos cuenta en esta edición, el Ministerio de Defensa y el Comando Conjunto ya tienen un plan para enfrentar la emergencia que pueda ocurrir si es que el fenómeno climático es muy severo.
La reunión sostenida con los empresarios es un primer paso para identificar los problemas que en anteriores desastres naturales se presentaron. Un ejemplo es el tratamiento tributario a las donaciones; otro problema recurrente en estos casos son los trámites para canalizar la ayuda que desde el sector privado se otorga. También es un reto a enfrentar el uso de la infraestructura privada en momentos de emergencia, como en los puertos concesionados. Y no menos importante es contar con un solo comando para llevar a cabo las acciones en momentos de emergencia. En este último punto, el Gobierno tiene la intención de que el Indeci forme parte del Ministerio de Defensa para afrontar los desastres naturales.
Esta última decisión puede ser crucial para asegurar que las acciones que se adopten sean eficaces y que se evite la superposición de medidas o, lo que es peor, como decía un empresario: “que la mano derecha no se entere de lo que está haciendo la mano izquierda”. Y esto es importante, porque si bien en enero de 1998 el 45% de los peruanos pensaba que la prevención debería ser dirigida por el presidente, hoy el 44% considera que esta es una tarea de Defensa Civil.
El ruido político que hoy domina la agenda nacional no debe dejar de lado la necesidad de que el país tenga claro el planeamiento de las tareas de prevención, de cómo afrontar la situación de emergencia y los retos de la reconstrucción.
Guerra avisada no mata gente.