Ojalá
La próxima semana se conocerá oficialmente el resultado del comportamiento de la economía en el primer mes del año. Remarco la palabra oficial, porque si nos guiamos por los indicadores adelantados y las encuestas de la confianza empresarial y del consumidor, es altamente probable que la cifra que divulgue el INEI refleje todavía un bajo crecimiento.
Mientras tanto se confirma la percepción mayoritaria, tal como advertíamos en esta columna la semana pasada, de que el Gobierno no hace nada frente al enfriamiento de la economía.
Sin embargo, en algunos ministerios hay señales de que se están tomando acciones concretas, aunque falta lo de siempre: una adecuada comunicación de las mismas.
Uno de esos casos, ocurre en el Ministerio de la Producción (Produce) con la implementación de la diversificación productiva. Más allá del diagnóstico, se ha formado una comisión multisectorial que se encuentra trabajando en mesas técnicas, donde participan actores del sector público y del privado.
El objetivo es detectar y resolver los cuellos de botella al crecimiento en algunas actividades como la forestal y la acuicultura. Es decir, combatir la llamada tramitología. Por ejemplo, en la mesa técnica forestal se ha encaminado la solución para superar cinco barreras y se encuentra en el proceso de acabar con otras doce. Este trabajo de manera similar se realiza en las otras actividades mencionadas bajo un cronograma de cumplimiento y metas que se actualiza mensualmente.
Más de una vez criticamos duramente al Gobierno por la falta de acción. Pero al igual que en el Ministerio de Educación, en Produce parece que también se están moviendo las industrias, como decía aquella vieja canción de Los Prisioneros.
Este camino que se ha abierto puede ser más fructífero si los gobiernos regionales participaran activamente. Es más, si se complementara la visión de la cartera que dirige Piero Ghezzi con las que tienen los ahora llamados gobernadores, sobre todo si hay objetivos comunes. A esa tarea bien se puede sumar el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, con sus planes y Sierra Exportadora, que también silenciosamente muestra algunos aciertos como es el caso de los arándanos, cuyo cultivo promovido ya se multiplica en varias zonas agrícolas del país.
Pero estas acciones pueden ser golondrinas del verano, si es que los otros ministerios y el propio presidente de la República no se comprometen en priorizar la agenda económica. Eso significa ser más activos en solucionar los conflictos sociales que traban la inversión privada, conjuntamente con los gobiernos regionales, tal como decíamos en Gestión el viernes pasado en nuestro editorial.
Ojalá que se repliquen los esfuerzos que se están dando en algunas entidades del Estado. En tiempos de economía política se necesitan operadores y técnicos que salgan de su torre de marfil. De lo contrario, continuará cayendo la confianza de los consumidores y de las empresas.