Conflictos que no cesan
La semana pasada, el alcalde de Bambamarca, Edy Benavides, adelantó el retorno de “una guerra sin cuartel”, contra las compañías mineras que operan en la zona. No solo eso, sino que exigió al gobernador encargado de la región Cajamarca, Porfirio Medina, una mayor definición política. Medina es el que ocupa el sillón en la región, ya que Gregorio Santos aún está encarcelado.
Este es solo un ejemplo de lo que está ocurriendo en las zonas de actividad extractiva en el país, mientras se van calentando los motores para la próxima elección presidencial. Y no se trata solo de la minería. Es así que en el Gobierno existen funcionarios que ya admiten que en el caso de la exploración de 28 lotes petroleros, que se encuentran paralizados por fuerza mayor, será muy difícil revertir esa situación en lo que queda del mandato del presidente Ollanta
Humala.
Esta semana, el Gobierno tendrá otra prueba de fuego. Para hoy está previsto un paro convocado de los antimineros contra la inversión de Tía María. La medida de lucha permitirá conocer la dimensión de la oposición al proyecto de Southern y si tendrá éxito la mesa de diálogo que es promovida por el Ejecutivo.
Es importante recordar que el 48% de la provincia de Islay eligió en los últimos comicios municipales al dirigente antiminero Richard Hitler Ale Cruz, con el 48% de votos, como su alcalde.
Lo que está en juego no solo es una inversión de cerca de US$ 1,400 millones, sino principalmente dar una señal de que es posible que se reanuden las inversiones en el sector con proyectos greenfield. Pero al paso que vamos parece que la probabilidad es muy baja.
¿Todo está perdido? No necesariamente. El proyecto emblemático de éxito de los antimineros, Conga, puede revertir su situación si prospera la intención de que se asocie con otras iniciativas cercanas como Michiquillay o Galeno, tal como informamos en gestion.pe.
En diciembre pasado, la Defensoría del Pueblo reportó que había 97 conflictos socioambientales vinculados a proyectos mineros en el país. Dos meses después, apenas el número de casos ha disminuido a 95 y hay el riesgo de que estallen 17.
Por cierto, esta situación de conflictividad ya no es ignorada por los empresarios. El último sondeo del SAE de Apoyo Consultoría revela que para el 66% de ellos es altamente probable que la paralización o bloqueos generen retrasos en los proyectos de inversión.
Durante toda la administración Humala, en Gestión hemos insistido en la necesidad de la inversión privada en actividades extractivas. No a cualquier precio, pero sí dándole la importancia debida. Sin embargo, año a año, se van registrando paralizaciones, multiplicando trabas y utilizando la lucha contra las iniciativas privadas como bandera política.
Hoy es más difícil revertir esa tendencia. Pero aún así hay que insistir, más aún cuando reina la incertidumbre sobre un mayor crecimiento de la economía.