¿Cuenta conmigo?
Hoy se debate en el pleno del Congreso el futuro de la Ley del Empleo Juvenil. La propuesta es uno de los tres hechos de importancia económica clave para entender el comportamiento de la administración de Humala.
El primero de ellos fueron las marchas y contramarchas sobre el proyecto minero de Conga; luego, el intento de que el Estado vuelva a la actividad empresarial cuando se quiso adquirir los activos de Repsol, y ahora una norma que ha puesto en agenda una reforma clave que tendrá un papel preponderante en el curso de la próxima campaña
presidencial.
Precisamente este intenso debate que se vive en el país, desde hace más de un mes, también ha puesto en tela de juicio el rol de los técnicos, al punto tal de que un congresista oficialista, Sergio Tejada, ha expresado que quienes gobiernan el país son los funcionarios del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).
Pero antes ya se había criticado la poca sensibilidad política de los técnicos del Gobierno, principalmente del MEF y del Ministerio de la Producción, por llevar a cabo una ley sin generar los suficientes consensos y comunicar con poca eficacia de su impacto.
Y es que los técnicos ya no gozan del perfil bajo que tuvieron en décadas pasadas y tampoco son ajenos a la asepsia política, que en el pasado siempre se les quiso atribuir.
Los técnicos, al igual que el resto de ciudadanos, tienen sus preferencias políticas, como más de una vez ha quedado demostrado.
Sin embargo, son fundamentales para llevar a cabo las políticas públicas. Un ejemplo de ello es la labor que cumplen los funcionarios del Banco Central de Reserva y que recientemente, en la persona de Julio Velarde Flores, ha tenido un reconocimiento mundial, al ser considerado el banquero central del año 2014.
De igual manera, hay técnicos muy capaces en entidades como la Sunat, la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP, la Superintendencia del Mercado de Valores, por citar algunos casos.
Ciertos políticos quisieran mantener distantes a los técnicos y existen empresarios que consideran, cuando hay cambio de ministros, que los cargos deben ser ocupados solo por técnicos. Todo lo contrario; para ejercer un cargo ministerial se requiere tanto del conocimiento profesional como de un manejo de la situación política interna y algunas veces hasta externa.
Justamente, la falta de ambas cualidades ocasionan problemas como los que hoy tenermos con la Ley del Empleo Juvenil.
Es cierto que la palabra política genera urticaria a buena parte de la ciudadanía por el pobre desempeño que tienen los que la ejercen, pero una democracia requiere de ellos y ese es el reto que se reclama cuando se hace hincapié en la falta de institucionalidad que adolece el país.
Por eso, es importante que haya una línea de carrera en el Estado y en ese objetivo, el rol de Servir más que nunca resulta crucial.