No solo atajar, sino meter goles
“Estamos pasando por un proceso de desaceleración de la economía, de la inversión y de la formalidad del empleo”, dijo la flamante ministra de Trabajo, Ana María Jara, para justificar que no es el momento adecuado para elevar el salario mínimo. Sin embargo, también puso en evidencia la desesperación del régimen y la falta de cohesión del Gabinete, pues el país quedó notificado de que la situación de la economía no es de las mejores, salvo que el ministro de Economía, Luis Castilla, aclare esta semana en Nueva York a su colega ante los inversionistas, en esta cadena de desmentidos que se ha vuelto característica del Gobierno de Humala.
El equipo de Cornejo, que juramentó la semana pasada, aún debe ir al Congreso con el fin de obtener el voto de confianza, que esta vez no será tan fácil. Ahora, solo queda esperar que la calidad profesional de varios de los ministros permita superar su falta de manejo político y revertir lo que el último informe de Apoyo Consultoría señala al momento de presentar el índice de confianza del consumidor: “El consumidor promedio en Lima Metropolitana no espera mejoras significativas en las condiciones para consumir”.
El premier muestra buenas intenciones, pero conforme pasen las semanas se le exigirán resultados, tratándose de un Gabinete, en su mayoría, conformado por tecnócratas.
Así, por ejemplo, en el Ministerio de la Producción, Piero Ghezzi, deberá decidir si continúa con la política pesquera de su antecesora, más aún cuando Gladys Triveño ha lanzado duros calificativos contra las empresas del sector, denunciando lobbies (la prueba ácida será la permanencia del actual viceministro de Pesquería). Además, en el año de la promoción de la industria, se espera que el presidente Humala haga realidad el anuncio de presentar el plan de industrialización que ofreció. Ghezzi tiene ideas propias y no necesariamente en la misma línea que Castilla, sin que esto signifique que sea un economista heterodoxo.
Otra cartera que también estará en el ojo de la tormenta será la de Trabajo, pues en abril empieza a funcionar la nueva fiscalización laboral a cargo de Sunafil. Además, tendrá que responder esta semana ante la Comisión de Trabajo, el tema que está en la agenda, pese a que no le guste al Gobierno: el salario mínimo. Así, Cornejo deberá darse maña para atajar goles y también para meterlos.