Inversión en el Año del Caballo
Los trámites fueron uno de los argumentos más invocados para explicar por qué se desaceleró el crecimiento de la inversión privada. Al punto tal que el Ministerio de Economía formó una comisión para destrabar proyectos por US$ 35 mil millones. Al cabo de seis meses de trabajo, avanzó en aligerar el paso de 25 iniciativas por US$ 6 mil millones.
La tarea enfrenta grandes retos como quedó demostrado cuando el presidente de Indecopi, Herbert Tassano, dijo a Gestión que el 90% de las entidades públicas se resiste a eliminar las barreras burocráticas que imponen a las inversiones.
Concretar compromisos de inversión en los últimos dos años se ha vuelto una odisea, por eso si bien es saludable que se hayan dado concesiones por US$ 5,900 millones, los desembolsos no son inmediatos. Por ejemplo, luego de más de doce meses, recién este año se inició la construcción de la planta de tratamiento de La Chira, porque fue ese el tiempo que tomó conseguir los permisos. Y es por eso que resulta conveniente evaluar la propuesta realizada por la presidenta de Ositran, Patricia Benavente, para que ProInversión tenga una unidad que gestione las expropiaciones, a fin de que la ejecución de las obras que se concesionen no sufran atrasos. No basta con adjudicar las licitaciones y olvidarse de ella, tal como sucede ahora.
El otro paso que debe darse está vinculado con la exigencia a los gobiernos regionales y municipales para que se cumpla el Texto Único de Procedimientos Administrativos, más conocido como TUPA. Si bien la ley de servicio civil es un avance para mejorar la calidad de los funcionarios públicos, aún queda mucho camino en los procesos administrativos. Esta bandera bien puede ser asumida por el actual presidente del Consejo de Ministros, dada su experiencia en la administración regional.
Pero, ojo, no se trata de facilitar los trámites sin descuidar el cumplimiento de la normatividad, sobre todo la vinculada al cuidado del ambiental, ya que de lo contrario se pueden agudizar los conflictos sociales. En ese sentido, el funcionamiento, a partir de abril, del Servicio Nacional de Certificación Ambiental para las Inversiones Sostenibles (Senace) será la prueba de fuego.
Según el horóscopo chino, el 2014 corresponde al Año del Caballo, que implica sentido práctico a favor de los negocios, pero también hay el riesgo de que no se termine lo que se comienza. Ojalá que esta vez el Gobierno se ubique en la primera opción para el caso de las inversiones. Aunque después de las declaraciones del domingo sobre que una inversion de US$ 4 mil millones, como es el caso de Conga, abre un mar de dudas sobre el compromiso presidencial con la inversion privada.