El sistema tiene que evolucionar
Cada nueva elección los medios de comunicación nos recuerdan a los peruanos que hay que defender el “sistema” o que debemos de tener cuidado con las propuestas de los “candidatos antisistema”. Desde la década del noventa los peruanos vivimos bajo las leyes de la democracia y el libre mercado. Hemos crecido económicamente, nuestro país se ha modernizado en muchos aspectos, pero no ha sido suficiente.
Yo creo en el sistema; ha ordenado la economía y las finanzas, ha conectado a las industrias peruanas con el mercado mundial, de alguna manera ha dado cierta predictibilidad a los inversionistas para que traigan su dinero a nuestro país. También hemos gozado de paz social y de democracia. No se puede negar que hemos avanzado, pero no ha sido suficiente.
La pandemia mundial y la cantidad de muertos e infectados por el virus nos han recordado una promesa inicial, que traía “el sistema” cuando desembarcó en nuestro país. El Estado peruano se reduciría, vendería sus empresas estratégicas, para ser más eficientes en lo más importante, es decir en salud, educación y seguridad ciudadana.
Como ya he mencionado, hemos avanzado en muchas cosas pero queda claro que no en salud, educación y seguridad ciudadana. Sobre estos dos últimos aspectos no voy a hacer más comentarios; pero sobre la salud pública debo decir que ha quedado en evidencia el enorme daño que nos hace la corrupción. Para muestra un botón: el hospital Antonio Lorena del Cusco. Un nosocomio que debería estar atendiendo a los miles de infectados por el Covid-19, pero simplemente esta paralizado más de una década. Con el dinero del boom económico se proyectó modernizar este viejo centro de salud, pero las autoridades se robaron la plata, cambiaron las reglas de juego y al final lo que quedo fue un Frankenstein que no sirve para sus propósitos.
Eso no pasa solo en Cusco, ese ejemplo se repite en todo el Perú, incluida Lima. Nos vendieron la idea de que el Estado se modernizaría, pero esto es lo que tenemos: hospitales antiguos, con personal mal pagado que hace lo que puede.
Esperemos que el próximo gobernante y el nuevo Congreso puedan concretar un nuevo contrato social y puedan hacer que el sistema evolucione, que mejore para poder dar a los ciudadanos peruanos servicios de calidad que aumente el bienestar social.
¿Por qué los peruanos no podemos aspirar a tener un Estado que nos brinde las condiciones mínimas para una vida con estándares de calidad? Es hora de hacer que la vieja maquinaria mejore, evolucione y sirva para sus propósitos primigenios.