La pandemia y la informalidad laboral
Lo que se ha evidenciado de la peor manera durante este encierro ordenado por el gobierno es el poco conocimiento de la clase política dirigente sobre la nación que gobierna
Un desconocimiento que se ha traducido en palos de ciego representados por normas dictadas según el día a día y nunca de manera anticipada y organizada.
Me parecen hipócritas o desinformados todos aquellos periodistas y líderes de opinión que se rasgan las vestiduras cuando señalan que los peruanos somos desobedientes, poco disciplinados. En esta última semana hemos visto a muchos compatriotas desbordar el sistema de transporte público, a otro grupo intentar tomar las calles de Gamarra para comenzar a trabajar, luego de más de 60 días de confinamiento. Los opinólogos han lanzado sus gritos al cielo y han señalado que la curva de contagios de Covid-19 es solo culpa de la población y que nuestro gobierno ha hecho lo que ha podido.
Yo no estoy de acuerdo con esta última afirmación porque era previsible que luego de tantos días de encierro obligatorio, la gran mayoría de peruanos iba a verse empobrecido y ante la disyuntiva de morir de hambre o tomar riesgos y salir a las calles a hacer un poco de dinero para alimentar a su familia.
Lo que más me sorprende en todo caso es que el gobierno y todo el aparato estatal no haya tomado previsiones ante esta situación. Para nadie es un secreto que la informalidad laboral en el Perú es altísima. Según Gestión (10/01/20) al final del 2019 los trabajadores informales representaban el 72% de la Población Económicamente Activa (PEA); es decir, más de tres cuartos del total de las personas que trabajan en el Perú lo hacen en empresas o actividades que no cumplen a cabalidad las leyes laborales y tributarias; por lo tanto no tienen seguro de desempleo, vacaciones pagadas, AFP, entre otras.
¿Cómo no iba a saber el gobierno que la mayoría de trabajadores iba ver resentido sus ingresos? ¿Cómo no va saber el gobierno que la mayoría de peruanos trabajan para cubrir sólo sus gastos del día? ¿Cómo no va saber el gobierno que incluso en empresas formales hay un importante número de trabajadores informales?
Entonces si todos sabemos que la informalidad laboral es alta, por qué el gobierno durante todo este tiempo de pandemia ha desarrollado planes y acciones solo para el sector formal de trabajadores, es decir para la minoría. Normas como el teletrabajo, ¿qué impacto va tener en las personas que viven de sus trabajos en Gamarra o en otro tipo de industrias de la pequeña y mediana empresa?
En nuestro país deberíamos tener dos ministerios de trabajo, uno para los formales y otro para el sector laboral informal, es decir una entidad que promueva políticas y beneficios para la formalización.
Para finalizar, debo señalar que los bonos y las ayudas del gobierno no han llegado a quienes deberían ser los beneficiarios. Eso lo puede ver hasta un ciego y esa es una de las principales razones porque vamos a tener más ambulantes.