Ejecutivas Casadas vs Solteras ... ¿Quién se compromete más con la Empresa?
Estuve leyendo un interesante artículo acerca de las características más apreciadas por las
empresas a la hora de contratar ejecutivos varones. Una de las características que más me
llamó la atención es que los prefieren casados. Sí, porque ellos representan al hombre con la
estabilidad emocional necesaria para tomar decisiones importantes en momentos críticos. Por
el contrario, muchas empresas ven a los hombres solteros como personas individualistas y con
cierto temor al compromiso a largo plazo, ellos podrían cambiarse de trabajo sin pensarlo
mucho.
Esta información me ha hecho reflexionar acerca de lo que pasa con las ejecutivas mujeres, en
nuestro país: ¿qué prefieren las empresas: ejecutivas solteras o casadas?
Voy a opinar desde mi experiencia personal y esta me dice que todo depende de la cultura
empresarial. Si las cabezas de la organización son personas tradicionales y respetan mucho los
valores familiares, definitivamente van a preferir a una gerente casada y va ser mucho más
considerada que una soltera, por el hecho que debe administrar una empresa y una familia.
Por otro lado, existen organizaciones donde las solteras son muy bien valoradas, ya que
cuentan con una serie de características que garantizan gestiones exitosas. A diferencia de los
ejecutivos varones, las mujeres suelen tener un alto grado de compromiso con su trabajo.
Muchas “se casan” con las metas de la empresa al punto de descuidar o postergar su vida
afectiva. Las solteras están dispuestas a hacer horas extras si es que de eso depende lograr sus
objetivos. De igual forma, no se hacen problemas para trabajar los fines de semana y realizar
viajes de negocios.
No digo que las ejecutivas casadas no realicen estos sacrificios, –y de hecho que sí los hacen–,
pero les cuesta más porque hay niños y esposos que las esperan en casa.
Por su puesto, cada organización tiene sus valores y lo que más cuenta a la hora de evaluar a
un ejecutivo son sus resultados y su aporte a la organización. En la actualidad, hay tal grado de
competitividad que resulta muy esperanzador el hecho de que cada vez más mujeres
peruanas, tanto casadas como solteras, estén ocupando puestos más altos en los
organigramas de las empresas.