Intraemprendedoras
Se les conoce como emprendedores a esas personas que identifican oportunidades de negocio en el mercado, pero no se quedan ahí, logran cristalizar sus objetivos y crean nuevas empresas, para lograrlo deben planificar y sortear una serie de problemas y riesgos. El emprendimiento también tiene que ver con una mística, con una forma de ser, con una actitud que le permite a una persona afrontar grandes retos y proyectos nuevos.
Esta actitud, esta forma de ser, esas ganas de querer cambiar las cosas no es exclusiva solo de las personas independientes que están luchando por desarrollar sus propios negocios. Existen los intraemprendedores, que son todas aquellas personas que trabajan para una empresa y son capaces de generar nuevas ideas de negocio para su organización o son quienes constantemente están desarrollando propuestas para mejorar y potenciar las líneas de negocio. En resumidas cuentas los intraemprendedores son los emprendedores que tenemos dentro de la empresa.
Para dejarlo más claro diremos que los intraemprendedores son personas que trabajan y reciben un sueldo de una empresa, no están libres. Además, las ideas y los esfuerzos de estas personas benefician a una colectividad que en este caso es la organización.
El término y el concepto de intraemprendedor me ha fascinado desde el primer momento en que lo escuche. Nos hace justicia a todos los que aportamos al crecimiento de las empresas con nuestras ideas y nuestros esfuerzos.
En nuestro país aún no está muy difundido el concepto de intraemprendimiento, quizá un poco por desconocimiento, pero también porque muchas empresas valoran muy poco a sus talentos, es más me atrevería a decir que incluso en grandes empresas, “los genios” de Recursos Humanos piensan que el talento crece en los árboles y es fácil reclutar un talento para reemplazar a otro.
Me gustaría centrar el foco de atención en las intraemprendedoras porque quizá somos las trabajadoras más incomprendidas de la empresa debido a que tenemos que luchar contra una cultura de machismo. No es una novedad decir que a la mayoría de los ejecutivos hombres les fastidia que una mujer tenga mejores ideas que ellos. Tampoco es una novedad decir que en muchos casos son tus compañeros hombres quienes sabotean tus proyectos. Si una ejecutiva no tiene el respaldo de sus compañeros entonces será muy difícil que logre cambios en su organización.
Las intraemprendedoras también tienen retos muy importantes que salvar como el de la motivación. Es difícil querer aportar nuevas ideas cuando las palmas y los elogios se los llevan otros, pero aún peor es cuando el reconocimiento por tu esfuerzo no se materializa en un acceso igualitario a oportunidades de ascenso dentro de la empresa y en los sueldos y salarios.
No obstante, en la mayoría de los casos que he visto de intraemprendedoras estos retos han sabido superarlos, con mucha pasión y dedicación, han demostrado a sus pares varones que sus ideas son buenas y han logrado resaltar. Las que no lo logran simplemente van a brillar a otras organizaciones o se convierten en exitosas emprendedoras, que llevan a delante sus propias empresas.