Madre soltera trabajadora :Verdadera Luchadora
En la oficina hicimos una pequeña reunión de confraternidad con las mamás de la empresa. La actividad, para mí, fue muy significativa porque muchas compañeras se animaron a tomar el micrófono para contarnos a todos qué significa ser madre trabajadora. La participación que más me gustó fue de Mabel, una chica de Iquitos, que es madre soltera. Aunque suene a cliché, realmente su vida es muy dura porque hace el papel de padre y madre, debe multiplicarse todos los días para proveer a su hijo no solo de comodidades, sino también de amor. Nos contó que se levanta muy temprano para lavar ropa y enceres, preparar los alimentos de su hijo para el colegio. Llevar al niño a su centro de estudios y después debe cruzar todo lima para hacer la labor de guardia de seguridad. Cuando acaba su turno vuelve a atravesar Lima para ir a dar una mano a sus papás en el puesto de mercado que tienen cerca de su barrio. Sus papas son quienes la apoyan con la crianza de su hijo. Luego tiene que ayudar a su pequeño Josué con sus tareas. “El día me queda chico, me gustaría que tuviera más horas porque este año quiero tener enamorado”, nos revela, todos reímos y aplaudimos conmovidos.
Según las cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática, más de un millón de peruanas son madres solteras, es decir que asumen solas las responsabilidades de criar a sus hijos. Sin duda, todo un reto para este grupo de madres trabajadoras que con mucho ingenio salen adelante, con sus familias. Resalto la palabra ingenio porque criar sola a niños debe ser la tarea más ardua e incomprendida del mundo. Soy testigo de que en la vida de una madre soltera es el ingenio lo que les permite salvar esos pequeños inconvenientes, esas piedras en el camino que se les presentan de manera cotidiana y que hay que resolverlas para poder seguir adelante. En la vida de una madre soltera son miles los inconvenientes que se presentan todo el tiempo, un dolor de muelas, una actuación, la nana o el familiar que se enferma y no hay con quien dejar al hijo o hija, las actuaciones en el colegio, en fin miles de variables que hacen que su vida sea lo menos parecido a la rutina.
No está de más recordar que las madres, y en especial las madres solteras, tienen una carga de trabajo muy fuerte, no solo trabajan en su centro de labores, también lo hacen en sus hogares, más aún si no tienen empleada o alguien que les ayude. A todo ello hay que sumarle, que no sé cómo hacen muchas para tener tiempo de calidad con sus hijos. La sobrecarga de responsabilidades y el estrés es un denominador común.
A todo ello habría que sumarle que las madres solteras muchas veces no son muy bien vistas cuando se trata de promocionar a trabajadores. Muchos veces he sido testigo cuando los colegas de recursos humanos señalan que las madres solteras no le van a dar toda su dedicación al nuevo puesto de trabajo porque ellas están pensando más en sus hogares.
Por otro lado, siento también que las madres trabajadoras son incomprendidas porque la mayoría de la gente esperan que sean perfectas en todo. Muchas veces son muy mal vistas solo porque han decidido probar con una nueva pareja, salen los comentarios de que no es una buena madre, y si no tiene pareja que es una reprimida. De igual forma son muy criticadas porque nunca tienen tiempo. La gente suele juzgarlas desde la comodidad de sus vidas. Solo me queda decir que me saco el sombrero por estas verdaderas luchadoras, por las madres solteras trabajadoras.