Liderazgos en la empresa
Hay una idea que se da por sentada, cuando se habla del liderazgo femenino. Es que pareciera que las mujeres somos perfectas y todo lo hacemos bien. Muchas veces se cae en la trampa de ensalzar a las mujeres en detrimento de los varones. Pero en realidad somos solo seres humanos y tenemos nuestras virtudes y defectos como los varones. Hay muchos aspectos que admiro de los hombres y otros que no me gustan. De igual forma con mis congéneres, las mujeres.
Soy una persona que creen en la igualdad de género. Estoy absolutamente segura de que los hombres y mujeres nos complementamos muy bien y tenemos buenos resultados cuando combinamos nuestros talentos. Por esa razón considero que el liderazgo en una empresa debe ser compartido por hombres y mujeres.
Líderes hombres
Personalmente, debo decir que admiro algunas características de mis colegas hombres y que me gustaría tener para ser una mejor gerente. Por ejemplo, siento que la mayoría de líderes hombres, que conozco, saben manejar bien las críticas, no se lo toman personalmente, siguen para adelante. A mí me molestan las críticas cuando no tienen un asidero en la realidad. Me gustaría poder sobrellevar las puyas como ellos. También admiro la camaradería y el espíritu de grupo que existe entre los hombres, tienen sus claves, sus temas de conversación y son solidarios. Son como los lobos y su manada.
Además, admiro de los hombres líderes su capacidad de innovación. Es increíble la dedicación que le dan a las cosas que aman. Harían cualquier cosa si de eso dependiera que puedan resolver un problema o mejorar algún aspecto de sus creaciones.
Debo aclarar que con esto no quiero decir que no haya mujeres con las características que admiro de los hombres. Sí las hay, pero en este post quiero hablar desde mi punto de vista. Tampoco pretendo ponerme en el papel de portavoz de una población tan heterogénea como es el de las mujeres.
Líderes mujeres
De mis colegas mujeres el aspecto que más admiro es su capacidad para trabajar tanto. Las líderes mujeres y madres, no solo están al frente de una empresa o una división o una gerencia, también están al frente de sus hogares. Tienen dos trabajos. ¿Cómo lo hacen?, ¿qué vitamina toman para hacer tantas cosas y tan bien?
El poder de análisis de muchas colegas gerentes, siempre me asombra. Es increíble como muchas lideres mujeres pueden detectar errores en los detalles más nimios. Por otro lado, creo que las mujeres le damos a las empresas un espíritu y una cultura más humana, más comunicativa, más cercana al cliente. Ligado a este aspecto, debo resaltar la empatía. Para las mujeres es más fácil ponernos en los zapatos del otro y es una característica que muchos líderes varones no le dan valor.
Las mujeres también somos más organizadas y ordenadas. Ese aspecto se nota con facilidad cuando hay cambio de gerente hombre a mujer. Tenemos una capacidad innata para ordenar mejor los flujos y los grupos de trabajo.
Una vez más quiero aclarar que no es mi intención generalizar y negar que muchos hombres tengan estas cualidades. Todo depende de la persona, pero hay características que son más afines tanto a las mujeres, como los varones.
Lo malo
Cuando las personas que tienen el encargo de liderar a un grupo o a una empresa, lo hacen mal, entonces no importa si son hombres o mujeres. Deben dar un paso al costado. La falta de liderazgo no tiene género.
Un líder negativo es alguien que, más allá de que sea hombre o mujer, es mezquino. A un líder no le puede faltar generosidad, empatía y nobleza. Los trabajadores tratan a los clientes como su líder los trata a ellos. Imagínate cómo van a tratar a tus clientes, los empleados con los cuales eres mezquino o malo.
Un líder tampoco puede ser individualista, poco comunicativo o vengativo. Piensa que las empresas son organismos vivos. Si una parte importante de su funcionamiento está contaminada de malos sentimientos, los resultados no van a ser buenos. Los malos líderes bajan la productividad y malogran el clima laboral.
Debo finalizar recordándoles que si los liderazgos son positivos, la combinación de hombres y mujeres, de todas maneras, va ser exitosa. Si el líder falla, ya sea mujer o varón, tiene que dar un paso al costado para asegurar la buena salud de la organización.