Moobing: el bulling de los adultos
Es común, más común de lo que muchos suelen pensar. Cuando te levantas y sientes temor y angustia por ir al trabajo, porque sabes que ahí te espera un jefe, o quizás uno o muchos compañeros de trabajo que quieren hacer de tu vida laboral un infierno. En algún momento la mayoría de los que trabajamos nos hemos topado con un acosador o acosadora laboral.
En los trabajos sueles encontrarte con todo tipo de personas. No es muy usual, pero a veces encuentras gente maravillosa de la cual puedes aprender cosas, que te apoyan a crecer como persona y como profesional. Lo usual es trabajar con gente que trata de ser agradable y que no genera molestias. También hay gente que quiere aislarse, o los tímidos. En menor medida los dramáticos y problemáticos, al menos con ellos sabes a qué atenerte. Los enemigos ocultos son los acosadores y acosadoras, que generalmente comienzan a tejer un cerco a tu alrededor, buscando tu amistad para sacar información y luego comenzar a molestarte.
Los acosadores y acosadoras suelen ser personas con un nivel increíble de mediocridad. Son mediocres para enamorar a una mujer por eso tratan de utilizar su poder en el trabajo para obligar a otras personas a darles lo que no pueden conseguir de buena ley. Son mediocres por que no soportan que otro compañero tenga más conocimientos y mejores habilidades para el trabajo. Son mediocres por que no soportan incluso que otra persona sea bonita o bonito. Podría estar dando todo el día razones de por qué los acosadores son fatales y tienen una autoestima realmente dañada.
Leyendo un informe periodístico, –hecho en base a un encuesta de Aptitus.com–, encuentro que el 30% de las mujeres peruanas trabajadoras sufren de acoso laboral, los principales casos según este informe son de discriminación, bullying laboral y hostigamiento sexual.
Las empresas
La pregunta cae de madura: ¿cuánto pierden las empresas en capital humano y en productividad debido al acoso laboral? ¿Las empresas están prestando atención a estos aspectos desagradables? Más allá de las demandas y el dinero que deben orientarse para esos casos, pienso en los increíbles trabajadores que muchas empresas pierden y con los mediocres que se quedan a cambio.
Hace muchos años, en una de las primeras empresas en las que trabajé como relacionista pública conocí a Rossana, una gran comunicadora, muy hábil, con muchas fuentes y que definitivamente aportaba bastante a la productividad y el crecimiento de la empresa. Esta chica tuvo que irse espantada porque de un momento a otro llegó una gerente que simplemente no la soportaba. Nunca supimos qué era exactamente lo que la molestaba. Comenzó con intentar cambiarla de puesto, luego le dio poca carga laboral o trabajos tontos que insultaban su capacidad, la hacía trabajar a veces en horarios que no le correspondían. Rossana no lo soportó y simplemente renunció. Se fue a trabajar a la competencia, dónde sí reconocían su valor como profesional. Han pasado los años y la empresa que dejó ir a Rossana ya no existe. La gerente acosadora simplemente ahuyentó a la gente talentosa y todo fue para abajo. ¿Qué es de Rossana? Ahora es gerente de comunicaciones en un ministerio y una cotizada profesional.
Evalúa
Imaginen ahora todas las mujeres y hombres, todo el talento que escapa de las empresas debido a los acosadores. Por eso es importante evaluar que pasa a tu alrededor. Te has preguntado: ¿cómo va las cosas dentro de tu organización? ¿cuántos de tus gerentes, jefes de mando medio o trabajadores de planta de tu negocio son acosadores? ¿Tu oficina de recursos humanos le está prestando atención a las denuncias? El ejercicio debería ir más allá y deberías evaluarte tú mismo. Sí, tú que lideras una oficina, un área o todo una empresa, ¿eres un acosador, estas fastidiando a alguien?