Ventas e Inteligencia Artificial: el nuevo poder

Las he visto. Empáticas, conectoras naturales, capaces de identificar problemas antes de que el cliente los articule y oportunidades donde otros ven solo ruido. Llamémosla Ana.

Ana agrega valor. Esa es su diferencia. Ana resuelve y acompaña. Es humana, inteligente, y por eso mismo tiene un problema.

Una limitación que la hace igual a todos nosotros: el tiempo.

Su agenda es un campo de batalla. Debe decidir constantemente dónde estar y dónde no. A qué cliente llamar primero. Qué propuesta priorizar. Qué señal del mercado atender. Cada decisión correcta multiplica resultados y cada omisión tiene costo.

Ana descubrió algo. Encontró la manera de multiplicarse sin clonarse. Las nuevas inteligencias artificiales de razonamiento avanzado.

Estas IAs no funcionan como los asistentes digitales que conocíamos. “Razonan”. Pueden monitorear fuentes públicas, memorias anuales, noticias sectoriales, publicaciones en LinkedIn, licitaciones estatales, registros de importaciones, cambios societarios en Sunarp, movimientos en bolsa, cruzar esa información, detectar patrones y traducir todo en una recomendación antes de que la competencia siquiera se entere.

Ana, en su inmesa sabiduría cada mañana, luego de dejar a su hija en el colegio, recibe inteligencia que antes hubiera requerido un equipo de analistas:

En retail: “Supermercados X acaba de registrar una nueva razón social para operaciones en provincias. Publicaron tres ofertas laborales para gerentes de tienda en Arequipa y Cusco. Expansión inminente. Tu propuesta de equipamiento debería llegar esta semana.”

En consumo masivo: “El CEO de tu cliente fue entrevistado ayer en Gestión. Mencionó sostenibilidad como eje estratégico para 2026. Tu línea de empaques reciclables no está en su radar todavía. Tienes el argumento perfecto para la próxima reunión.”

En logística: “OSCE publicó una licitación de distribución farmacéutica para el Estado que tu cliente podría ganar. Si la adjudican, necesitarán duplicar flota en noventa días. Posiciónate ahora como proveedor preferente.”

Esto es inteligencia artificial aplicada a inteligencia comercial. La IA encuentra datos públicos: los interpreta, los conecta con el contexto de cada cuenta, anticipa movimientos y sugiere acciones. Piensa como pensaría un estratega con acceso a toda la información disponible y tiempo infinito para procesarla.

Ana sigue siendo quien construye la relación, quien lee la sala, quien cierra. Pero ahora llega sabiendo más, viendo más lejos, con tiempo para lo que ninguna máquina puede hacer: ser humana en el momento preciso.

Victor Lozano Urbano
Director de Innovación en Verne Comunicación e Innovación