La IA ya decidió si tu empresa vende o no (y tú ni te enteraste)
Hemos pasado, en veinte años, de pasear por tiendas a pasear por sitios web para mirar ofertas. ¿Qué había en medio de ello? La experiencia, el servicio al cliente, aquellas personas que nos recomendaban in situ, o un sitio web con una arquitectura excelente, un diseño simple y el mejor posicionamiento en los resultados de Google. Y, por supuesto, buenas ofertas y buenos productos.
El mercado estaba ahí, y quienes trabajaban bien estos aspectos eran usualmente los que ganaban. Pero ahora, algo o “alguien” se ha puesto en el medio, justo entre el cliente y la empresa: la IA Generativa. A ella, con sus chats, queramos o no, le hemos entregado el poder de nuestras decisiones.
En la gráfica de Similarweb que acompaña este artículo observamos la distribución del tráfico generado por IA hasta octubre de 2025, OpenAI sigue siendo el jugador más importante e indiscutible, reteniendo la gran mayoría de la atención del usuario. Sin embargo, como nada es estático y todo se mueve, el mercado de la IA está en movimiento.
Si analizamos mejor la barra de colores. La presencia sostenida y creciente de Gemini y la irrupción de jugadores como DeepSeek y Perplexity nos indica que el “medio” se está fragmentando. Esto redefine las reglas del juego comercial.
1. Del SEO al GEO: Antes, el objetivo era conquistar la palabra clave para aparecer primero en Google. Hoy, el objetivo es ser la respuesta de confianza del modelo de lenguaje. Cuando un usuario pregunta a la IA: “¿Cuál es el mejor servicio para mi empresa?”, ya no navega por enlaces, busca una recomendación sintetizada y directa. Si tu marca no forma parte del dataset de entrenamiento o no tiene la reputación digital suficiente para ser citada por ChatGpt o Gemini, sencillamente eres invisible en el momento de la decisión de compra.
2. La batalla por la interfaz única: Los usuarios están centralizando sus búsquedas en pocas plataformas conversacionales. La venta digital se ha vuelto un diálogo donde el cliente espera que la IA conozca las ofertas, compare precios y valide la calidad por él.
3. El fin del embudo tradicional: El usuario ya no recorre tu sitio web comparando, leyendo testimonios o descargando catálogos. La IA sintetiza todo ese recorrido en 30 segundos de conversación. Si tu propuesta de valor no es lo suficientemente clara y diferenciada como para que un modelo de lenguaje la articule, has perdido la venta antes de que el cliente llegue a tu página.
4. ¿La muerte del precio como ventaja?
Cuando la IA puede comparar instantáneamente precios, características y reseñas de 20 competidores, competir solo por precio no es una ventaja. La ventaja hoy está en la “citabilidad”. Es decir qué tan frecuentemente los modelos mencionan tu marca como referente en tu categoría. Una empresa con 5% más de presencia en contenido de calidad indexado vale más que una con 20% menos de precio pero invisible para la IA.
5. El costo oculto de la recomendación algorítmica
Antes pagabas por clic en Google Ads. Pronto pagarás por “estar en la conversación” de los LLMs. Las marcas que han entendido el nuevo juego invierten por “presencia conversacional”: generar contenido, alianzas, menciones y casos de uso que alimenten el entrenamiento continuo de estos modelos. Quien no invierta hoy en esta nueva forma de posicionamiento, pagará mañana tarifas premium por publicidad directa dentro de las respuestas de la IA. El que llegue tarde, no jugará.
El mercado sigue ahí, pero la puerta de entrada ha cambiado. Ahora necesitas convencer al asistente inteligente que está intermediando entre usuario y tus productos, decidiendo quién merece pasar y quién no. Quien entienda cómo hablarle a ese asistente de IA, dominará las ventas.
Victor Lozano Urbano
Director de Innovación en Verne Comunicación e Innovación

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