Mujer: ¡Pide más! ¡Negocia más!
Desde chica, siempre he sufrido para pedir favores, pedir cosas o inclusive, decir qué quiero y qué no quiero y – ni qué hablar de negociar un salario. Si alguien lo hacía por mí, genial y si no, prefería quedarme callada o aceptar lo que proponían.
Investigando para mi libro Mujeres Fuera de la Caja (Planeta 2020), me sentí “normal” al ver que esta es la realidad de muchas mujeres.
Ruchi Singh, en su libro “Las Mujeres no Piden”, cuenta cómo ella, se entera que un grupo de estudiantes mujeres se juntaron para quejarse donde un profesor que solamente asignaba posiciones de asistente de cátedra a hombres. Ese profesor era su marido y su respuesta a las mujeres fue: “lo único que hicieron esos alumnos fue mandarme un e-mail y pedirlo y yo feliz de tener un asistente”.
Ahí es que Singh se interesó en investigar el tema – que termina en el libro que menciono – y confirma que efectivamente, los hombres “piden” hasta 4 veces más que nosotras las mujeres.
Por otro lado, otros estudios confirman que una de las principales razones por las que las mujeres ganamos menos, también es porque negociamos poco. Más del 60% de los hombres negocian su salario y condiciones laborales como vacaciones, horarios, etc. mientras que en las mujeres – solamente el 7%.
El estudio de Singh, también arrojó que una de las razones más fuertes por las que no negociamos tanto, es porque al imaginar la negociación, se nos viene una imagen de nosotras mismas como agresivas y exigentes. No nos gusta vernos así y eso nos desanima porque inmediatamente, comienzan los pensamientos de “van a verme como pedilona; que soy complicada; una persona difícil”.
Pero ahí no queda la cosa. Yo pensaba que esa situación era más pronunciada con mujeres de mi generación (50+); pero no. Según un estudio de C. Ghosn, 63% de mujeres millenials se sienten incómodas negociando, 58% tienen miedo de perder su trabajo si negocian o piden cosas y 56% no saben cómo pedir o negociar.
Está en nuestras manos cerrar en algo esta brecha; primero – re-programando nuestro mindset. Dejando de ser “sobre-protectoras” de nuestra imagen y entendiendo que pedir y negociar es lo normal. (Nuestros hijos negocian todo el día con nosotros y no dejamos de quererlos.)
Segundo: que no nos verán mal; no afectará nuestra imagen ni perderemos nuestros trabajos. Siempre seremos atractivos en nuestro puesto de trabajo mientras aportemos valor. En eso debemos concentrarnos.
Tercero: Jamás pedir o negociar algo sin antes hacer nuestro trabajo definiendo claramente nuestro objetivo, investigando y trazando una estrategia.