¿Perdiste el trabajo? Es como perder un zapato.
Una de las cosas más difíciles que he tenido que procesar es – perder una trabajo. Es horrible porque el lado emocional comienza a taladrarte la cabeza al punto que uno comienza a cuestionar su propia capacidad y mil otras cosas más.
Sin embargo, he aprendido mucho en esa situación y para abordar la bomba que es perder el trabajo, ayuda a procesarlo en 2 etapas:
- ETAPA #1: El revolcón de sentimientos: El primer impacto viene con mil emociones encontradas. (i) La sorpresa; ese sentimiento de “qué se han creído”. (ii) Tristeza porque dejarás a tus compañeros y tal vez ese proyecto con el que te encariñaste. (iii) Temor, porque las cuentas se siguen acumulando y temor por no saber qué pasará contigo. (iv) Vergüenza porque – qué le vas a decir a tus compañeros y familiares. (v) Alegría, porque en realidad no ibas a trabajar contento. En ese momento debes dejar que fluyan las emociones. Debes permitir sentir el dolor, el pánico, la felicidad, la vergüenza…¡todo!. No lo evites. Esto te desintoxica porque botas todo.
- ETAPA #2: Comprensión y autoconocimiento: Esta etapa es para mí la más importante porque es el pilar para que todo lo demás funcione.
En esta etapa debes meter a un cajón tu lado sensible. Nada de emociones y de sentirte que no vales nada o que eres una persona incapaz o que tus jefes son unos monstruos. Eso te bloquea. Suficiente detox hiciste.
Debes entender que el trabajo es como un zapato y – para que camines bien – tiene que ser cómodo y no todos los pies son para todos los zapatos.
Aprovecha esta situación para conocer mejor qué tipo de zapato te incomoda y cuál es el ideal para ti. Podría haber pasado que:
- El zapato era muy apretado: De repente el puesto te quedó chico, tu evolucionaste y te aburrías sin retos y no había dónde escalar.
- El zapato te queda grande: Puede ser que suceda lo contrario que el puesto te queda grande y no te sientes a gusto porque te mueres de miedo de fallar – de no “dar la talla”.
- Tu zapato de invierno no es cómodo para el verano: Incluye en tu análisis, ver si de repente en tu caso, tu eres muy bueno para ciertas etapas del ciclo de vida de un negocio. Por ejemplo, hay personas que son increíbles en la etapa de lanzamiento y startup y cuando el negocio es más maduro y estable no brillan tanto.
- Eres de taco alto o bajo: También analiza si tu estilo de trabajo fluye mejor en empresas pequeñas o medianas menos burocráticas o tal vez mejor en empresas más corporativas y grandes.
El punto clave acá es separar los temas personales de lo netamente funcionales y laborales, por eso pensar que el trabajo es como el zapato ayuda un montón.
Lo simpático, es que luego de vivir la etapa de los sentimientos revueltos y la etapa del análisis y autoconocimiento – entras a una lindísima nueva etapa que es – la de desarrollar tu plan de innovación profesional.