¡Tengo una Idea!
En el año 2020 realicé una investigación con 145 ejecutivos peruanos para medir cómo el COVID le había movido el tablero a las competencias que valoran y buscan en sus colaboradores. Una de ellas: La creatividad.
Antes del COVID, 37% de ejecutivos la consideraban muy importante (la máxima calificación) y a raíz del COVID 66%.
Curiosamente, en otra investigación que realicé en el 2018 con CEOs y gerentes de marketing, la principal queja que se repetía en las entrevistas a profundidad, era que “ante un problema, comienza la gente a lanzar ideas para solucionarlos”.
En otras palabras, los CEOs tenían clarísimo que lanzar ideas no es creatividad.
Lanzar ideas para solucionar un aparente problema es como ir al doctor con algún dolor y te recete una pastilla sin hacerte preguntas o análisis.
La creatividad es tener la capacidad de resolver problemas con un método que combina lo intuitivo con lo racional y que incluye mucha investigación – para el que para mí – es el paso más importante: Definir el problema. El problema siempre requiere un “doble clic” porque rara vez es lo que aparenta ser.
Mi filósofo favorito es Karl Popper y él decía que lo más maravilloso que le puede suceder a un ser humano es tener un problema – enamorarse de él tratando de entenderlo – para pasar la vida tratando de resolverlo.
Si quieres tener una empresa que innove; tienes que promover el amor. El amor a los problemas y generar una cultura de enamorados dispuestos a profundizar su comprensión de los problemas.
Entonces, cuando tus ventas caigan, cuando no logres ciertas metas, cuando requieras recuperar EBITDA; antes de comenzar con “¿Qué podemos hacer? para que te lancen miles de ideas; cámbialo por esta pregunta “¿Qué estrategias vamos a emplear para comprender lo que está sucediendo realmente?”
Idealmente, esa estrategia debe incluir entre otras cosas, muchas, muchas, muchas conversaciones con los mismos usuarios o personas involucradas en el problema a resolver.
Una vez definido o contextualizado el problema – recién ahí le das la bienvenida a las ideas.
Para innovar de verdad: Amor loco por los problemas.