Las 8 "P"s del Propósito
Tengo 53 años y a los 46 tuve la suerte de darme cuenta que a mi vida le faltaba algo; ese algo era un “para qué” – como dice el psicólogo Simon Sinek – es decir un propósito.
Trabajé durísimo para definirlo y desde que lo hice, pasé de vivir como en piloto automático a vivir con un motor de fórmula uno dentro del cuerpo para mirar hacia adelante y con un antibiótico natural contra la depresión y la ansiedad.
Definir nuestro “para qué” es nuestra responsabilidad; disfrutarás más de la vida y destapas tu potencial.
En gran parte sucede porque – así como en el marketing existen las famosas “4 Ps” de Philip Kotler – el propósito gatilla lo que llamo las “8 Ps”:
- Pasión: Que es una emoción intensa que se multiplica con el propósito porque te llena de ilusión el querer hacer realidad ese “algo” que te mueve por dentro.
- Proeza: Cuando haces algo que te apasiona, te aferras a ello fortaleciendo tu liderazgo personal, tu valentía y así no permites que el miedo tome control de tu destino.
- “Pilas”: El propósito energiza y haces las cosas con mas ganas.
- Perseverancia: Cuando haces lo que te apasiona, te esfuerzas más y trabajas duro para levantarte del piso ante caídas o cuando las “papas queman”.
- Placer: Sin duda, vivir la vida que sueñas hará que disfrutes mucho más el proceso
- Priorizar: El propósito debe tener un plan de acción con objetivos claros que permiten priorizar.
- Productividad: Tener un destino y objetivos claros te dan foco para maximizar resultados.
- Perdonar: Activas la magia del perdón porque reconoces que vivir con un propósito es un proceso con subidas y bajadas; que equivocarse no es fracasar sino aprendizajes para seguir creciendo.
De nosotros depende si queremos seguir viviendo en piloto automático “haciendo” o si queremos convertirnos en los pilotos de nuestra propia vida, definiendo un destino emocionante, objetivos claros y haciéndonos cargo de que las cosas sucedan para vivir con significado e ilusión.