El No-constitucionalismo y reforma constitucional en LatAm
Solemos poner el peso de la arremetida autoritaria regional en el cambio constitucional. Esto se explica, en gran medida, en la tendencia hiper-formalista en Latinoamérica. Sin embargo, el concepto de constitución está reñido con el autoritarismo y no es, ni podría ser -en la práctica-, el camino que nos lleve a éste.
Además, existe la idea “moderna”, “plural” u orweliana, de que existen constituciones no solo liberales, sino también establecidas en estados autocráticos (aquí y aquí). Esto es un sinsentido transcendental. El concepto mismo de constitución no tiene sentido si no se entiende dentro del estado de derecho (aquí). Esto tiene implicancias cuando se intenta comprender el proceso de reforma constitucional en la región.
Existen países sin constitución codificada (UK, NZ o Israel), pero con rule of law. Por otro lado, existen países donde la constitución es solo referencial y está por debajo de la autoridad de un partido o líder comunista (China, Cuba o Venezuela). En relación a estos últimos, se ha dicho que su constitución es “viva”, en la medida en que morfa en los hechos, en base a las decisiones de las “autoridades”. Esta noción de constitución es falsa. Estamos frente a no-constituciones.
Eso no quiere decir, por supuesto, que esos textos no tengan utilidad. Tienen utilidad como fachada, como medios de coordinación, “educativos”, e incluso como herramientas para tomar el poder (aquí). Sin embargo, en las últimas décadas, podemos observar una evolución de este fenómeno, en el que las asambleas constituyentes tienen un valor en si mismo, independientemente de que no lleven a cambios constitucionales. El caso de Venezuela (2017-2021) es paradigmático en ese sentido (aquí). El caso de Chile podría ser similar.
Sin embargo, existe incluso la posibilidad de una actualización más en esta suerte de herramienta. El caso peruano nos podría ilustrar acerca de la utilidad de una “narrativa” reformista, pero sin si quiera llegar a convocar a una asamblea constituyente.
Volviendo al punto inicial, es no solo contraintuitivo sino absurdo pensar que el objetivo de un régimen anti-democrático esté en modificar la constitución. El objetivo es la captura y la perpetuación en el poder. Esto no solo se puede hacer sin-constitución, sino que es intrínsicamente imposible hablar de constitución autoritaria -al menos si se usa la palabra en su sentido real y no solo formal.
Otro rasgo que afecta nuestra mirada del constitucionalismo -ligada a la visión formalista- es la ceguera que existe acerca de las fuerzas reales que promueven el autoritarismo, muchas veces usando herramientas constitucionales. En resumen, se pasa por alto (o por agua tibia , se aborda de forma incompleta, se niega o incluso se ve como algo positivo!) la influencia del movimiento castro-chavista en la captura de países. Entender el fenómeno constitucional y autoritario de la región requiere entender la influencia castro-chavista (narcoterrorista) que lo impulsa y las fuerzas que están detrás de éste (en gran medida, China y Rusia).