La vacancia: aclarando algunos puntos
1. La denuncia por traición a la patria no tiene chance
Veo a muchos especulando acerca de distintas formas para sacar a Castillo del Gobierno, muchas veces sugiriendo que se puede hacer de forma mucho más fácil que la vacancia. Esto no es cierto. Supongo que se hace por ignorancia en muchos casos, pero también veo a gente malintencionada que finalmente quiere desviar a la oposición del camino.
Castillo no puede ser suspendido con mayoría simple, salvo que se admita una denuncia por traición a la patria en su contra y sea denunciado penalmente ante la Corte Suprema. Si es denunciado, el Congreso también podría usar esa excusa para inhabilitarlo, pero para eso requeriría 2/3 del número de congresistas menos la comisión permanente. Es decir, sustancialmente lo mismo que para vacarlo. Lo que es más, si la Suprema absolviera a Castillo, la suspensión quedaría sin efecto. Dado que la denuncia no tiene sustento, este escenario es más que probable. En pocas palabras, la denuncia es mucho más difícil que la vacancia.
2. Primero Dina
Muchos congresistas e influencers mediáticos argumentan que se debe inhabilitar primero a Dina antes de vacar a Castillo. Esto es torpe y contraproducente, haciendo dudar de las verdaderas intenciones de los que lo proponen. El problema real e inmediato del país es Castillo. Poner la salida de Dina como un requisito, es entrampar la vacancia. De hecho, ya se ha visto que Dina está tanto o más blindada que Castillo, con lo cual esta narrativa le da doble protección al Gobierno.
Por otro lado, si fuese cierto que Dina le conviene a los que están en el poder, ellos mismos estarían impulsando la vacancia de Castillo. No lo hacen porque la salida de Castillo los pondría en una situación más vulnerable, que es la que nos conviene como país.
Finalmente, no se dan cuenta que el vice-presidente es estructuralmente un potencial aliado de la vacancia en Perú. Es -objetivamente- la persona más interesada en la vacancia que puede haber. Sacar a Dina es quitar esa opción, torpemente.
3. Alternativas
Luciano López, un abogado que se oponía férreamente a la vacancia -por no estar adecuadamente regulada- ahora propone que derivemos una suerte de vacancia directamente de un tratado internacional, a pesar de no estar previsto en la Constitución. Eso, en lugar de admitir que la vacancia sí estaba “regulada” por la práctica constitucional, por la doctrina y por tratados internacionales que la podían dotar de contenido. Un pan con mango digno de estudio, en el rubro de malas prácticas en la interpretación constitucional.
La alternativa sigue siendo la vacancia. El Congreso prácticamente oculta el hecho de que puede vacar con mayoría simple, como si fuese un secreto. Por supuesto, divulgar esa información los evidenciaría como cómplices del Gobierno. No se equivoque y revisen por ustedes mismos: no hay ninguna norma constitucional que diga que la vacancia es con 87 votos.