Libertad de expresión y mercado: Twitter
Con la intención de compra Elon Musk sobre Twitter, se ha reabierto un debate acerca de libertad de expresión. Dentro de todas las opiniones que se han vertido, me pareció particularmente interesante la opinión del ex-CEO de Reddit.
Entre otras cosas, Yishan Wong sostiene que hoy en día, debido a la configuración del Internet y las redes sociales, la libertad de opinión ya no significa una defensa contra la censura estatal, sino la posibilidad de participar en la “batalla cultural” que tiene lugar -principalmente- en plataformas como Twitter. Además, sostiene que a los dueños de Twitter no les interesa tanto apoyar a uno u otro bando ideológico, sino que principalmente están preocupados porque no existan violaciones que disuadan a usuarios o generen demasiado “ruido” en la plataforma. En otras palabras, Wong asegura que el principal foco de Twitter sigue siendo las ganancias, no imponer su propia visión del mundo.
Me parecen valiosos los puntos traídos sobre la mesa por Wong, sobre los que uno puede discrepar o estar de acuerdo. Aquí algunas ideas:
- Si bien la libertad de expresión está asegurada en muchas democracias liberales, eso no es cierto en la mayoría del mundo, donde existen regímenes autoritarios que siguen censurando a sus ciudadanos.
- Aún en países occidentales, existen nuevas formas, quizá más sutiles, de violación de la libertad de expresión. Hace pocas semanas ha estado también sobre el tapete la instauración de algo así como un “Ministerio de la Verdad” en USA, responsable de censurar contenido etiquetándolo como “fake-news”. En el caso peruano también hemos visto en los últimos meses como ministerios u organismos autónomos o la propia Comisión de Constitución y Reglamento del Congreso hacen “fact-checks” oficiales. Esta práctica es profundamente contraria a la libertad de expresión, así sea difícil percibirlo a simple vista.
- Otro punto: cuesta creer que Twitter sea un espacio neutral, solo preocupado por “mantener la fiesta en paz”. De hecho, últimas revelaciones van en el sentido exactamente inverso. No es casualidad que un presidente como Donald Trump haya sido “banneado” de una red donde existen terroristas convictos y confesos.
- Otra cuestión es si esto debería ser un tema público o no. Al final de cuentas, por más usuarios e importancia que tenga, Twitter sigue siendo una empresa privada. La regla en un país como Perú (y el resto de países de tradición romada-germánico) es que aplica el “efecto horizontal”, es decir, la Constitución (incluyendo derechos como la libertad de expresión) también vinculan a los privados. En el caso de USA, existe la “state action rule”. Es decir, en principio, solo el Estado está vinculado por los DD.FF. No obstante, aún en USA se puede considerar que un ente con poder cuasi-estatal o que tenga vínculos muy fuertes con el sector público, está bajo la regla “state action”. ¿Twitter cumpliría con ese parámetro? Difícil saberlo. De momento, parece que la sola amenaza de compra por parte de Elon Musk ya ha cambiado en algo la política de Twitter. Esto ha coincidido con la baja de acciones de Netfilx (por reducción de suscriptores) y Disney Plus, últimamente criticados por su contenido abiertamente progresista.
¿Será que el libre mercado es un mecanismo adecuado para proteger la libertad de expresión al tomar en cuenta las preferencias (diversas) de los ciudadanos?