Consolidación
Hace meses escribí (aquí) que SL no buscaría de inmediato cerrar el Congreso o instaurar una asamblea constituyente (cómo sí lo hizo la izquierda radical en Venezuela, Bolivia o Ecuador, desde el día uno de gobierno). El motivo es que SL aún no había consolidado completamente su posición en Perú. Necesitaban unos meses o años para hacerlo. Ahora ya lo han hecho o están muy cerca. El riesgo cada vez es mayor.
SL ha avanzado como una aplanadora en conseguir el poder militar (copamiento de las FF.AA. y la Policía); el poder económico (corrupción y trato con el narcotráfico); y, el poder político. La última maniobra de auto-vacancia, con el falso ataque de Cuarto Poder (posiblemente orquestado por ellos mismos) y la defensa furibunda, incluso internacional (Almagro) han ayudado a terminar de consolidar el poder político. Mientras tanto, continúan socavando las instituciones y la economía del país, generando caos, desconcierto y temor. Las medidas anti-empresa y anti-mineras, así como las medidas draconianas para impulsar las vacunas obligatorias, son ejemplo de esto.
Otro paso importante para consolidar el poder político es el copamiento del JNE. Además de los cuestionamientos sobre Salas Arenas (vínculo con izquierda radical y defensa de terroristas) y la ausencia de representante de colegios de abogados (presumiblemente, gracias a una maniobra del ubicuo Ayala); se suma el nombramiento “provisional” de representantes de universidades privadas (Sánchez, vinculado a Acuña) y Maisch, elegida a pesar de ser fiscal suprema provisional. En ambos casos, se requieren elecciones urgentes para nombrar titulares definitivos. Si el JNE no realiza esas elecciones pronto, será claro que estas personas ocupan el cargo de forma ilegal (ver informe completo, aquí).
Desde el plano geopolítico, también existe una preocupante alineación de intereses (narcotráfico). El nombramiento de un alto oficial de inteligencia cubano como embajador en Perú (Zamora) y la próxima reunión convocada por Maduro (Runasur), deberían ser motivo de alarma y preocupación.
Finalmente, los llamados “caviares” han hecho explícita su unión a Cerrón. ¿Qué esperar como siguientes pasos? Si tuviera que apostar, diría que la radicalización de Castillo. Esta “radicalización”, ahora sí, podría venir en la forma de un cierre del Congreso y nueva constitución (simbólica, porque en los hechos ya no existe Constitución). La “argolla caviar” nunca tuvo como objetivo moderarlo, sino todo lo contrario. Desde el comienzo, señalamos que SL es uno y no hay deslindes ni peleas, ni “secuestros”. Cerrón y la argolla caviar tienen un mismo objetivo y Castillo es un vehículo para conseguirlo.