Falsa oposición
Existe la narrativa sobre tres supuestos “conflictos” o pugnas en relación al gobierno. Esta narrativa busca debilitar a la oposición “real” al gobierno, que solo viene de un limitado sector de la ciudadanía. Las primeras dos, son internas (Perú Libre y “caviares”) y la tercera, externa (la oposición dentro y fuera del Congreso). En este breve artículo, explicaré porqué ninguna de estas pugnas es real y solo tenemos “falsa oposición”.
Perú Libre vs. Castillo: Este error tiene dos facetas: la primera es pensar que existen “facciones” al interior de SL. Chavista, senderista y ahora hasta “el núcleo chotano”. No existen tales facciones. Existe una unión entre la izquierda radical, el terrorismo y el narcotráfico, apoyado por grupos radicales o ligados al narcotráfico dentro y fuera del país. Eso no quita que, como grupo, Sendero Luminoso sea uno y gobierne.
La segunda es considerar que existen caviares que buscan tomar el gobierno y actualmente están siendo recibidos por Castillo, pero rechazados por Cerrón. Esto es falso. Cualquier acercamiento “caviar” es fingido, pero esto será más desarrollado en el siguiente punto.
Sendero Luminoso vs. “caviares”: Es un narrativa impulsada por el propio Cerrón en su cuenta de Twitter y declaraciones de Guido Bellido, entre otros. También se han dejado ver chats y se ha comentado sobre el nombramiento de ministros que serían hostiles a Perú Libre y que continúan la que ya debería ser una narrativa bastante gastada (pero asombrosamente sigue en pie): Castillo busca deslindar de Cerrón con la ayuda de caviares. Esta narrativa es rápidamente desarticulada por el nombramiento de Barranzuela en el Minter. Además, la propia ministra Vasquez -supuestamente una especie de heroína “moderada” que hasta es llamada de “derecha” por Cerró-n, es -en realidad- igual de radical que Perú Libre o Castillo. No hay una moderación caviar. Los falsos caviares cercanos al gobierno son igual o más radicales que ellos.
Por otro lado, como ya dije hace meses, muchos que se hacen pasar como progresistas y defensores de DD.HH., en realidad, son de la izquierda radical y llevan años apoyando a Sendero Luminoso. El IDL y sus aliados, nacionales o internacionales, están mucho más cerca a Sendero Luminoso que a los verdaderos “progres” peruanos (no vinculados a la política, ni que manejan los hilos de instituciones clave). Existe otro grupo, que no es propiamente de izquierda radical (me atrevería a decir que no tienen filiación política), pero ha sido capturado por esta “argolla caviar” que es -en términos prácticos- senderista o al menos cercana a la izquierda radical/narcotráfico. Este último grupo de analistas influyentes y periodistas actúan como sicarios, vendiéndose al mejor postor.
Finalmente, existen intereses (sobretodo empresariales) entremezclados con el narcotráfico que explicarían la hegemonía y coordinación de las posturas “tibias” frente a la vacancia. Estamos hablando de una industria que mueve cientos de millones de dólares en el país, al ser los segundos productores de cocaína en el mundo. La infiltración se da en todos los niveles: empresariado, política, prensa, fuerzas del orden, defensa, sistema de justicia, etc. Son justamente estos grupos -caviares/empresariales- los que buscan poner los paños fríos. Incluso los que mencionan que están -en teoría- de acuerdo con la vacancia, no pasan de mencionarlo, sin justificar la vacancia en un tema concreto o promoverla abiertamente. La “falsa oposición” busca cubrir todos los puntos del espectro, pero sin representar un peligro a la izquierda radical ligada al narcotráfico. La que formalmente llamamos “oposición”, lamentablemente, no escapa de esto.
La oposición vs. Castillo: la oposición no quiere vacar a Castillo. Cuando se les ha presentado alternativas, las han desestimado o combatido -como si fuesen abogados de SL- o han mirado al costado. En su lugar, han adoptado la estrategia que han propuesto los caviares con intereses oscuros y que -sin duda- es la que favorece más a SL: balas de plata, cuestión de confianza, atacar ministros, oponerse a la asamblea constituyente, etc.
SL, por su lado, ha actuado y alimentado también la narrativa de esta “pugna”, hablando incluso de “golpe de estado parlamentario” y hasta de la posibilidad de que la oposición esté buscando asesinar a Castillo. Todo actuado. ¿Qué intereses hay detrás? ¿Qué tanto influye el narcotráfico en esto? ¿Qué tanto es solo pertenecer a una casta social dominada por analistas y especialistas que a su vez responden al interés de grupos que no les conviene chocar con la izquierda radical? No lo sabemos. Solo vemos lo que pasa: no existe oposición, ni dentro ni fuera del Congreso.
Revisen las declaraciones de los que consideran (o consideraban) oposición. Los políticos más “duros” contra Castillo: ¿cuántos de ellos apoyan vacar a Castillo con menos de 87 votos por ejemplo (el número solo está en el reglamento del Congreso) o la revocatoria (que es perfectamente constitucional)? Incluso en la prensa supuestamente más radical, han apoyado narrativas como las balas de plata o la oposición a la asamblea constituyente, como si fuesen relevantes y no -como lo son en realidad- contraproducentes. Podrán hablar de vacancia, pero en los hechos no han hecho nada relevante para lograrla. Nuevamente, la “falsa oposición” busca cubrir todos los puntos del espectro, desde el más nimio hasta el más radical, pero sin hacer daño realmente.
A veces me preguntan: “entonces, ¿qué podemos hacer?”. Creo que un primer paso es darnos cuenta y admitir que estamos solo. No existen fuerzas en pugna. Es la izquierda radical unida al narcotráfico, en contubernio con intereses mercantilistas, la que está en oposición a los ciudadanos de a pie, que somos todos los que no tenemos poder en este país.