¿Son los senderistas mejores políticos que la oposición?
Al 21 de Julio, según encuesta de Ipsos, solo el 20% de la población quería un cambio completo de Constitución. Resultado: Perú Libre (PL 0 SL) no ha parado de hacer propaganda y esfuerzos a nivel nacional para convocar a una asamblea constituyente.
Al 24 de septiembre, el 23% está convencido de la vacancia y un 23% adicional tiene una actitud positiva frente a dicha posibilidad. Casi la mitad del país está abierto a la posibilidad de vacar a Castillo por ser un incapaz moral permanente, a pesar de solo tener 2 meses en el Gobierno. Resultado: la oposición se desvive defendiendo el texto de la C93, pidiendo la renuncia de ministros y poniendo parches a las atribuciones de SL; pero no habla sobre la vacancia, ni la impulsa, ni la promueve. “No tienen los votos”. ¿Perú Libre tiene los votos para una asamblea constituyente?
El hecho es que ambos -SL y la oposición- no cuentan con votos ni apoyo ciudadano generalizado para sus proyectos, pero sus actitudes son muy distintas. Para SL hacer política significa “volver posible lo imposible” mientras que para la oposición significa mantenerse en los márgenes de la opinión pública, obedientes y discretos.
SL entiende los beneficios de la campaña por una asamblea constituyente: aglutinar a la izquierda; tener a la C93 como chivo expiatorio de sus fracasos; evangelizar sobre sus propuestas comunistas; lavar activos en campañas millonarias; y, lo más importante, distraer a la oposición que -de momento- cree que la asamblea es algo así como el anillo de poder (referencia a LORD) y que -si la destruyen- destruirán con ella el poder de SL.
Nada más lejano de la realidad, mientras SL logra todos esos objetivos, también avanza en conseguir el poder verdadero, el cual no descansa en un texto:
- Poder físico: todos los días hay nuevos nombramientos en la policía, FF.AA., inteligencia y se va asentando una milicia armada. Esto hará que pronto SL pueda actuar de forma violenta o desconocer las instituciones de una forma más frontal y no haya posibilidad de sacarlos por la fuerza.
- Poder económico: gracias a ocupar puestos clave en el gobierno, SL extrae recursos; además del avance del narcotráfico y lavado de activos. Este poderío económico les permite desplegarse, comprar voluntades y medios de comunicación. SL también impulsa desde ya su agenda comunista y que le dará el control de recursos, a través de la “nacionalización”. La oposición se siente a salvo porque la C93 obliga a que las expropiaciones sean con ley -que depende de ellos- pero se olvidan que SL ha evitado estratégicamente hablar siquiera de expropiar, justamente porque pretenden hacerlo esquivando dicha prohibición. Deben prestar más atención.
- Poder político: ya obtuvieron el principal (que no lo dejarán, por supuesto), pero avanzan en copar otras instituciones, como el propio Congreso, el cual probablemente ya estaba captado incluso desde antes (hola Acuña). Las elecciones municipales y regionales del próximo año terminarán de asentar dicho poder, además de dar más recursos económicos. En este punto, me podrían decir “SL necesita cambiar la C93 para reelegirse”. Nuevamente, les diría que presten más atención: SL ha dicho innumerables veces que no se “reelegirán”, sino que se sucederán en el poder. El próximo presidente tranquilamente podría ser Cerrón.
Mientras SL avanza como una avalancha, la oposición del Congreso no puede esperar que los astros se alineen por ellos. Deben empezar reconociendo qué temas son los verdaderamente relevantes (vacancia) y cuáles son accesorios (cambio de Constitución). Mientras la oposición se ocupa de cuidar la ventana, SL entra caminando por la puerta.
Luego de identificar el tema principal, deben enfocar todos sus recursos, toda su energía y todas sus neuronas en la vacancia. Hay muchas cosas que se pueden y deben hacer, pero no las hacen bajo el pretexto de ser “realistas” y “pragmáticos”. Aprendan un poco de nuestros enemigos y conviértanse en políticos líderes que impulsan su propia agenda hacia adelante en lugar de esperar que sea conveniente subirse al coche.