El Arte de la Guerra: 3 pasos para la vacancia
Muchos han querido aplicar consejos de guerra a la vacancia como el “No interrumpas a tu enemigo cuando se está equivocando” de Napoleón. Me parece pertinente tomar consejos de tácticas de guerra en una situación tan apremiante para el país, pero yo no seguiría ese consejo en particular. Para mí, el mejor consejo posible es atacar rápida y decididamente a un enemigo que se fortalece día a día. Adicionalmente, el Congreso debería “quemar el puente” tras ellos, poniéndose en una situación más decisiva que la que hoy enfrenta. Comenzaré explicando por qué la actitud “pasiva” es fatal y finalmente por qué la más arriesgada y audaz podría ser la única viable.
Muchos creen que la mejor estrategia que podría seguir el Congreso es esperar y no confrontar (“pisar el palito”) a Perú Libre. Esta estrategia no siempre tiene el mismo fundamento:
- Esperar a que la vacancia se “asiente más” en la población, mientras el propio gobierno se desgasta con su torpeza.
- Esperar una “bala de plata” que vendría de la fiscalía o algún “audio bomba”.
- No precipitar ellos mismos el cierre del Congreso, negando la confianza.
Esta estrategia se suma a la esperanza de que la izquierda caviar pueda “capturar” a Castillo, lo cual da señales de progreso con los avances contra Cerrón en la fiscalía y la formación de un nuevo partido político (Fenate) vinculado a Sendero Luminoso.
El principal problema de esta estrategia es que asume que al Congreso le conviene que pase el tiempo. Es Perú Libre el que gana más con el paso del tiempo: tiene el plan de capturar el poder y está avanzando a pasos agigantados para lograr su objetivo. Cada día extra en el gobierno significa: capturar recursos por medio de corrupción, copar el Estado, incluyendo las FF.AA., debilitar a la oposición, crear su propia milicia, etc. La “bala de plata” podría nunca llegar o llegar demasiado tarde.
En corto, la estrategia pasiva del Congreso nos podría llevar a un punto de no retorno, pronto. Ese punto de no retorno será fácilmente reconocible: Castillo cerrará el Congreso de forma contraria a las normas. Cuando un juez o el TC le ordene deshacer el acto, no le hará caso y nada ni nadie podrá forzarlo a cumplir. En ese momento, sabremos que hemos dejado de ser un Estado de Derecho. Pensemos, entonces, en una estrategia alternativa:
Quemar el puente tras de sí
El principal problema para que el Congreso vaque de forma rápida a Castillo no es la falta de sustento legal. Sobran hechos que justifican la vacancia. El problema es que no existen los votos. Esto se dice como si fuese algo estático, que no dependiera del Congreso mismo revertir. Hoy, no existen los votos, ¿pero qué estamos haciendo para conseguirlos? Desde el lado de la ciudadanía, podemos hacer presión pública, difundir, marchar; pero ¿qué puede hacer el Congreso? Propongo estos tres pasos:
Paso 1: exponer públicamente los argumentos de la vacancia. Organizarse en grupos, copar los medios de comunicación, hacer conferencias de prensa, alentar a las marchas. Esto tendrá el impacto de movilizar a la población, pero también de convencer a sus colegas que podrían estar en la duda. No hay peor señal para la vacancia que pensar que los propios congresistas no están convencidos de ella.
Paso 2: negar la confianza. Me dirán, “Oscar eso es suicida”. Sí, en cierto modo lo es. Pero no se engañen, Perú Libre viene como una aplanadora tras el Congreso. Lo va a cerrar, la pregunta es cuándo. La estrategia de meter la cabeza bajo el suelo solo va a prolongar la inevitable. Volviendo a la estrategia de guerra, negar la confianza significa “quemar el puente” tras su propio ejército. Tal como dice Sun Tzu en “El Arte de la Guerra”:
“Sitúa a tus tropas en un punto que no tenga salida, de manera que tengan que morir antes de poder escapar. Porque, ¿ante la posibilidad de la muerte, qué no estarán dispuestas a hacer?”
Así como se dice que uno nunca debe acorralar a un enemigo, un general audaz, en una situación extrema, podría buscar la posición en la que sus tropas no tengan escapatoria. Si el Congreso niega la confianza, se encontrará sin escapatoria. Los congresistas sabrán que o vacan o los sacan. En ese escenario, solo los congresistas dispuestos a “morir” votarán contra la vacancia. Por otro lado, si votan contra la vacancia en esas circunstancias, nunca fue una opción convencerlos y todo estaba perdido de antemano.
Negar la confianza tiene la utilidad adicional de poder de ser usado como una palestra para el “punto 1”.
Paso 3: exponer a los demócratas no dispuestos a vacar. Una vez que los dos primeros pasos se desarrollen, será claro quienes no colaboran con la causa democrática. Aunque no sea bonito, el resto de congresistas y la ciudadanía debería exponerlos públicamente para que rindan cuentas sobre sus razones y acciones.
El punto débil de esta estrategia (además del aparente riesgo mayor), es que se opone no solo a la agenda de Perú Libre sino a la de los caviares, que buscan demorar la vacancia en pos de la captura de Castillo. Por esto, usarán todos sus medios para desprestigiar a los que defendamos la vacancia.
Triquiñuelas legales
Finalmente, veo rotando por ahí algunos proyectos relacionados al TC o la confianza. El Congreso parece que tiene la esperanza de impedir su cierra con estos artilugios legales. Me parece que no están bien pensados y son finalmente contraproducentes. Además, pronto llegaremos a un punto donde el Estado de Derecho será gravemente debilitado. Pretender usar esa misma debilidad a su favor, esta vez, no tiene sustento, porque el que tiene la upper hand es Castillo. Ante una zona gris, va a primar la fuerza. No le conviene al Congreso promover eso, sino concentrarse en la vacancia. No se distraigan en triquiñuelas o negociaciones infructuosas con el gobierno (ellos solo están haciendo tiempo, porque les conviene), su primera labor es “sobrevivir”.
Pd: Castillo ha anunciado que irá al Congreso hoy (12 de agosto), ojalá no los madrugue con un primer golpe que ellos debieron dar hace días