El modelo
Estamos en la segunda vuelta electoral en Perú, donde se enfrentan no solo dos candidatos, sino dos modelos radicalmente distintos. Por un lado, Keiko representa de alguna forma la continuidad del modelo. Por otro, Castillo representa el cambio radical. Para muchos, el modelo se ha agotado y necesitamos un cambio, pero ¿esto es verdad?
¿Qué es el modelo?
Con modelo, nos referimos básicamente a las reglas constitucionales que guían nuestra actividad económica. Las reglas constitucionales, por su propia naturaleza, son reglas abiertas a interpretación. En el caso peruano, a partir de la C-93, pasamos a tener un set de reglas que era menos intervencionista. ¿En qué se expresa esto? En, por ejemplo, reducir el rol empresarial del Estado; poner énfasis en la estabilidad monetaria; y, apertura comercial.
¿Esto significa que Perú es neoliberal?
No, no solo las expresiones del modelo reseñadas no son “neoliberales”, sino que en la práctica son aplicadas por personas e instituciones que no comparten en absoluto la ideología “neoliberal”, como Alan García, Toledo o Humala. Dentro del “modelo” o “marco” constitucional peruano pueden coexistir personajes como PPK, Keiko, Lescano o Verónika Mendoza sin problemas, llevando cada uno las reglas hacia su lado del espectro político cada vez que puedan hacerlo.
¿Qué modelo propone Castillo?
El inverso. A diferencia de los anteriores, Castillo no pretende coexistir en el modelo, sino cambiarlo de forma radical. Su plan, por ejemplo, propone darle un rol central al Estado como empresario; quitar el énfasis a la estabilidad macroeconómica y un trato hostil a la inversión extranjera.
En ese escenario, las declaraciones de Castillo, según el cual serán abiertos a la inversión y no estatizarán, no resultan convincentes. Castillo no puede “moderarse” porque juega en otra liga. Si bien el modelo es amplio, no admite nada de lo que propone su plan. Su única forma de gobernar y mantenerse coherente con su plan, es cambiar el modelo y adoptar una dictadura comunista.
¿Es conveniente un cambio de modelo?
Claramente, no. Nuestro modelo nos ha llevado a las mejores cifras en nuestra historia, con un impacto real en la calidad de vida de los peruanos. ¿Por qué muchos quieren cambiar el modelo a pesar de las mejores? Las explicaciones pueden ser muy variadas. Van desde cierto adoctrinamiento y copamiento de cargos dirigenciales por parte de personas vinculadas a la izquierda radical y terrorista, hasta demandas legítimas de personas que han sido olvidadas, que no tienen servicios básicos o su calidad de vida no es digna.
Estas diversas causas deberían ser una prioridad para un eventual gobierno de Keiko. Si logra ganar la izquierda radical y ligada al terrorismo, lamentablemente deberemos retroceder todo lo avanzado y volver a experimentar lo que significa vivir bajo un modelo que se opone al desarrollo y a la democracia.