Lo mejor y lo peor en materia regulatoria en Perú-2019
Como es una tradición cada año, compartiré mi balance del año en materia regulatoria.
LO MEJOR
Lo mejor del año podría ser la reducción de pirotecnia gracias a una campaña de concientización, sobretodo en medios y redes sociales. Me dirán que esto no es regulación, pero se equivocan: es regulación social, la mejor clase de regulación.
La regulación social es una alternativa a la regulación estatal. Cumple exactamente la misma función, pero se basa en mecanismos informales de cumplimiento. Por ejemplo, no hay ninguna norma que prohiba a las personas estornudar o toser sin taparse la cara, pero lo hacemos -en parte- porque tememos el reproche social que vendría aparejado a no hacerlo. En el caso de los cohetones, la regulación estatal parecía no estar funcionando, pero las campañas sociales parece que sí lo están haciendo. Una explicación puede ser que era una norma muy difícil de fiscalizar por parte del Estado, pero mucho más fácil de hacer mediante una llamada de atención de un vecino o un vídeo o noticia mostrando las consecuencias de estos actos.
En general, nuestro balance de normas sociales podría ser mejor. Muchas veces, incluso, el que existan demasiadas normas estatales puede jugar en contra del establecimiento de normas sociales. Piense en la educación de sus hijos, si usted les pone muchas reglas, quita espacio para que ellos puedan regularse solos. Pasa algo parecido con la sociedad, si el Estado fija muchas reglas, entonces queda poco espacio para que la sociedad sola madure y se convenza a si misma de que algunas conductas no son deseables.
¿Pensaron que sería el cierre del Congreso? Aunque me parece que es una buena noticia darnos cuenta de la flexibilidad que tiene nuestra Constitución para manejar un asunto complejo como el cierre del Congreso, donde finalmente decidirá el TC, no me parece una buena noticia el hecho en sí mismo. Primero, porque no será reemplazado por un mejor Congreso. Segundo, porque ha dado lugar a que el Ejecutivo se embriague de poder y saque una serie de decretos de urgencia que claramente atentan contra el sentido de éstos.
LO PEOR
Tenemos varios candidatos. Pico y Placa es una norma que destaca por la cantidad de evidencia en contra que se puede encontrar sin buscar demasiado. Es una evidencia de que en Perú nuestros errores regulatorios son tan gruesos que no necesitamos hacer RIA, sino bastaría muchas veces con hacer búsquedas en Google.
Otra norma que bien podría estar en el podio es la exigencia de visa a los venezolanos. Puro populismo, para satisfacer nuestro apetito por xenofobia. Falta de empatía completa contra hermanos y algo que nos debería hacer sentir avergonzados como peruanos.
Pero la ganadora es la Ley Universitaria, que ha logrado la hazaña de afectar a 165 mil estudiantes hasta ahora. Lo dije hace muchos años y me reafirmo: no podemos darnos ese lujo en un país con escasos recursos como Perú. Lo peor de todo, es que esta norma es apoyada incluso por personas que dicen ser expertas en políticas públicas, pero solo disfrazan su ideología socialista detrás de una capa de “tecnicidad”.
La justificación para el cierre de universidades es una supuesta asimetría informativa que -en realidad- no existe. En Perú es fácilmente distinguible, incluso por el precio, una universidad con estándares relativamente altos y otra con bajos. Me podrían decir que igual “no se debería permitir” calidad baja en educación. Podría respetar su opinión, aunque me parezca profundamente equivocada, siempre y cuando sepamos que no estamos hablando -entonces- de economía, sino de una decisión política. Como decisión política, me parece que es torpe o condicionada por intereses subalternos. Básicamente, están prohibiendo universidades nuevas y más baratas, perjudicando a personas sin recursos y beneficiando a los que ya están establecidos en dicho mercado (universidades más grandes o antiguas).
Lo dije hace 8 años aproximadamente y lo repito ahora: la reforma de universidades consagrada en la Ley Universitaria y ejecutada por Sunedu, es la Reforma Agraria de nuestra generación y veremos sus resultados en las próximas décadas.