¿Seis falacias sobre las AFPs?: respuesta a Enrique Castellanos
El profesor Castellanos ha escrito un artículo para El Comercio donde supuestamente demuestra que los argumentos en contra de las AFPs son falaces. Invita a los “no técnicos” a no meterse en el asunto. Asegura que las últimas modificaciones al sistema lo “desmiembran” y están basadas en populismo y oportunismo político.
Ya que el profesor Castellanos dijo que desmentiría seis supuestas críticas falaces al sistema, utilizaré el mismo esquema para responderle:
Falacia 1: victimizarse
El profesor Castellanos comienza utilizando una analogía entre las AFPs y Túpac Amaru: “No es difícil deducir que este ‘Túpac Amaru’ que le estamos haciendo al sistema previsional lo terminará matando”. Lo gracioso es que Tupac Amaru, como se puede leer en libros como “The Tupac Amaru Rebellion” estaba al menos tan preocupado en mantener un monopolio legal en el comercio con Buenos Aires como en los derechos indígenas por los que es reconocido en los textos escolares. El Tupac Amaru de entonces, se podría decir, era tan mercantilista como las AFPs actuales. Por eso, es gracioso que el profesor Castellanos lo utilice para su analogía.
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Falacia 2: divide el problema y ataca una de las partes
El profesor Castellanos dice que las AFPs no tienen la culpa de que las pensiones sean bajas. Se olvida, sin embargo, que las AFPs tiene un cuasi monopolio legal (en el ámbito privado) para la administración de los fondos y con barreras de entrada para otros competidores. Esto hace que cobren precios cuasi monopólicos llamados comisiones que sin duda afectan la rentabilidad. Por otro lado, no compiten contra otros agentes que podrían dar mejores retornos.
Fuera de esto, si las AFPs –por las razones que sea- no pueden garantizar una pensión mínima, entonces ¿para qué existen?
Falacia 3: declaraciones retóricas acerca de la libertad
Dice el profesor Castellanos: “”El sistema de AFP limita mi libertad financiera”. Este argumento también seduce a más de uno. Es cierto que el Estado limita mis decisiones, pero, por dar un ejemplo, también lo limita cuando prohíbe el consumo de drogas”.
Nos preguntamos, ¿realmente es comparable hacer lo que uno quiera con su dinero con consumir drogas? Por otro lado, la guerra contra las drogas es un total fracaso. El mismo PPK ha dicho que liberalizaría el consumo de marihuana. La prohibición, como quedé ampliamente demostrado cuando se prohibió el alcohol en USA en los años 20, esto generó mercados negros y criminalidad. Para que se hagan una idea, no habrían películas basadas en personajes como Al Capone o El Padrino si no fuera por la prohibición. Y ciertamente, no habría Cara Cortada o El Patrón del Mal, si no fuera por la prohibición de la droga. Poner dicha prohibición como un ejemplo es, por decir lo menos, risible.
Falacia 4: ¿compararse consigo mismo?
Para el profesor Castellanos, es una falacia decir que las cajas municipales o un negocio son más rentables que una AFP. ¿Qué espera Castellanos, que comparemos a las AFPs consigo mismas? Justamente lo que estamos diciendo es que hay usos alternativos del dinero con distintos niveles de riesgo que podrían ser usados por distintas personas dependiendo de sus ingresos, su aversión al riesgo, etc.
Falacia 5: las AFPs no han fracasado porque existen
Para Castellanos, decir que “El sistema de AFP fracasó” es “Puro populismo. Las AFP, con todas sus imperfecciones, son lo menos malo que ha habido en el Perú en materia previsional, simplemente porque antes no hubo casi nada”.
En palabras de nada menos que Richard Webb, probablemente el economista más reconocido del país, “El sistema AFP ha fracasado en su objetivo principal”. Decirle “populista” a Richard Webb es como decirle “pecho frío” al Puma Carranza.
Falacia 6: poner los intereses antes que la razón
Se dice que “Las AFP son un gran negocio”. Para el mismo Castellanos “Esto sí es verdad”.
Nos exoneramos de mayor comentario.
Hacernos pensar que estamos al borde del abismo es francamente exagerado y nos hace dudar acerca de la real motivación de los campeones de las AFPs. ¿Cuántas personas podrán retirar su dinero comparado a la cantidad de aportantes? ¿Cuántas personas retirarán su fondo para financiar una vivienda? El impacto es mínimo.
Por otro lado, también exageran la utilidad del sistema. ¿Actualmente, cuántas personas reciben asistencia social del Estado? ¿Cuántos aportantes actuales, si dejaran de aportar, serían los indigentes del futuro y cuántos de ellos serían una carga para el Estado?
Tal como salió en la portada de Gestión ayer y como había predicho otro profesor de la UP, Juan Mendoza, crítico de las AFPs, estas modificaciones han terminado atrayendo a más aportantes de la ONP hacia el sistema privado. Además, la competencia ha incentivado a que las AFPs se pongan las pilas en ofrecer más productos.
Esos son los números “técnicos” que Castellanos debería estar calculando, más allá de argumentos bastante gaseosos con los que intenta defender lo indefendible. Hasta donde sé, Richard Webb, ex presidente del Banco Central de Reserva; Juan Mendoza, director de la maestría en Economía de la UP; y yo, profesor de regulación económica, somos bastante técnicos y no tenemos intereses políticos ni económicos detrás de este asunto. No entiendo a quién le está diciendo “zapatero a sus zapatos”. Yo le diría, en todo caso, que antes que calificar como “técnico” o “no técnico” a alguien, hay que preocuparse porque los argumentos que uno dice tengan sustento.
Finalmente, que los defensores de las AFPs no se preocupen tanto. El actual ministro de economía de PPK, Thorne, ha sido director de una AFP. A pesar de haber apoyado a PPK, nuestro principal reparo a su futura gestión tiene que ver con los lobbies. Ojalá nos equivoquemos aunque las declaraciones hasta ahora no son muy alentadoras.
*Gracias a Andrei Bartra por hacerme llegar la noticia y con comentarios de fondo acerca de los argumentos del profesor Castellanos.