Los Aportantes de Schrödinger y los "expertos" de las AFP
En su ahora famoso experimento mental, Schrodinger nos habla de un gato que existe pero al mismo tiempo no existe. La actual discusión acerca del dictamen del Congreso que propone poder retirar el 95% de nuestros aportes a los 65 años se parece a este experimento.
En este discusión, como era de esperarse, han salido expertos a decir que esta medida “des-equilibrará la economía”, poniendo en en peligro el fisco y la infraestructura. Pero, al mismo tiempo, pondrá en peligro el ahorro a largo plazo. Lo que no entiendo es como se puede contraer la economía por falta de inversión (gasto) y desaparecer los ahorros, al mismo tiempo.
Si los aportantes no gastamos nuestro dinero, entonces se está promoviendo el ahorro. Y, si lo gastamos o invertimos, entonces no hay problema de contracción. Las AFP, de alguna manera, pretenden hacer ambas cosas, pero lo cierto es que lo hacen a expensas de la posibilidad de las personas de decidir por ellas mismas si ahorrar o invertir.
Además, el rendimiento se compara con otras alternativas del sistema financiero, pero no con el valor que cada persona le puede dar a tener su dinero en el bolsillo. Si yo tuviera en mi bolsillo el dinero que me obligaron a aportar a las AFP, no hubiera metido la plata en el banco, sino que hubiera pagado mi doctorado. Las AFP no pueden competir con el uso que cada persona, cada una con una historia distinta, le daría a su dinero.
Las AFP tienen nuestro dinero en base a una norma mercantilista que les da derecho a quedarse con más del 10% de nuestros sueldos. Si, luego, una norma sensata les quita parte de esos beneficios, claramente van a tener pérdidas y eso puede causar un desequilibrio en “x” indicador económico. Ahora, eso no es justificación suficiente para oponerse a la norma.
Se ha dicho también que esta es una norma populista. Si se define “populismo” como el hacer cosas que quiere la mayoría, entonces sí, pero eso no necesariamente convierte en negativa una política. La norma que nos obliga a aportar y que deja que las AFP se queden con nuestros aportes aun luego de jubilados, es una norma mercantilista. Los políticos, no me quedan dudas, van a actuar de manera oportunista. El mismo que antes proponía ampliar el sistema -Delgad0- ahora propone su contracción. Dudo que lo haga por convicción, pero al final eso es irrelevante.
Finalmente, se ha dicho que esto afectará la infraestructura del país. Pero, esperen, desde cuándo la infraestructura es el propósito de las AFP. Pensé que era darnos una “pensión digna”. En todo caso, la infraestructura podría o no ser un buen lugar para invertir. Que lo haya sido en el pasado no quiere decir que lo será en el futuro, y sin embargo es usado como una de las justificaciones por el “experto” ya citado.
La sociedad no parece estar dispuesta a seguir sufriendo los abusos del Estado coludido con las AFP. Las tablas de mortalidad que nos daban una esperanza de vida de 120 años parecen haber abierto una Caja de Pandora, pero esta caja está muy bien abierta. No podemos simplemente asumir que las AFP van a administrar mejor nuestro dinero que nosotros. El Muro de Berlín se cayó en los ochentas, pero hasta hoy parece que hay gente dispuesta a reinventar el comunismo, diciéndole a los demás las mejores maneras de administrar el dinero.