A favor de la legalización de las drogas
Hace unos días escribí sobre la TV basura. Respondiendo a un comentario, dije que era parecido a regular el consumo de drogas, asumiendo que así se entendería mi punto. Sin embargo, creo que desperté más la ira de personas que -entre otras cosas- no conocen el proceso ni los efectos de la regulación y se dejan guiar por ideas más simples, pero equivocadas: algo es malo = lo debemos regular/prohibir. Bajo el riesgo de ser calificado como “defensor de los narcos” y ser insultado 200 veces como en mi anterior post, voy a compartir algunas ideas:
Desde cierto punto de vista, consumir drogas es malo. No estoy de acuerdo con ese punto de vista y el premio Nobel Gary Becker tampoco (así al menos nos insultan a ambos). Sin embargo, no voy a discutir eso aquí. En cambio, diré que aun cuando consideremos que la droga es algo malo, criminalizar su venta es una mala política por muchas razones, al punto de ser mala política desde casi todas las razones bajo las cuales se puede juzgar la conveniencia de una política pública. Una política pública puede ser calificada como: (i) fútil: que no cumple sus objetivos; (ii) riesgosa: que genera otros riesgos distintos a los que evita; (iii) perversa: que genera una mayor medida de los mismos riesgos que pretende evitar; (iv) costosa: que tiene más costos que beneficios; (v) inequitativa: que perjudica desproporcionadamente a los pobres; e, (vi) innecesaria: que existen mejores alternativas para lograr lo mismo (en esta clasificación he seguido en parte a Vermaule, “The Constitution of Risk”, 2014, p. 54; que se puede complementar con mi propio trabajo sobre el tema: “Cinco errores frecuentes en la justificación de proyectos legislativos: una perspectiva económica” publicado en Themis-Revista de Derecho). Ahora explicaré cada una de esas posibles críticas:
(i) Es Fútil
A pesar de haberse gastado miles de millones de dólares en la “Guerra contra las Drogas”, la cantidad de droga traficada, al menos en los Estados Unidos, está en su punto más alto de la historia, de acuerdo a algunos estimados. En el caso específico de la producción de coca, si bien ésta ha disminuido en Colombia –donde USA a enfocado sus esfuerzos- también ha aumentado en Perú y Bolivia, al producirse un caso más o menos predecible de sustitución.
No es difícil predecir la futilidad (inutilidad) de la lucha contra las drogas, siendo un bien con una inelasticidad de demanda (aumentos en el precio no disminuyen el consumo) tan acentuada, debido a que es un bien adictivo. Luchar contra las drogas en términos económicos se traduce a simplemente elevar su precio, lo cual en última instancia solo beneficia a los carteles. Como ya dije, cuando la demanda de un bien es inelástica, el precio no afecta mucho el consumo. Ergo, es mucho más probable que se creen mercados negros, ante una prohibición, pero el consumo se mantenga constante. Es lo que pasó con el alcohol y es lo que está pasando con la droga. Prohibirla, difícilmente hace que la gente deje de consumirla. Para aprender más sobre la inelasticidad de la demanda de droga, revise este artículo de Business Insider que si lo tradujéramos a castellano sería: “¿Por qué es obvio que estamos perdiendo la guerra contra las drogas?”.
(ii) Es Riesgosa
El abuso de drogas puede destruir vidas. Tanto porque los que usan drogas destruyen -algunas veces- sus vidas, como porque destruyen las vidas de otros por cometer crímenes o ser imprudentes. No estoy discutiendo eso. Pero también es verdad que combatir las drogas también destruye vidas, aunque de otras maneras.
Hay muchas víctimas inocentes, derivadas de la prohibición: personas que sufren a las mafias de las drogas (que no existirían si no fuera por la prohibición); corrupción de funcionarios; personas explotadas por las mafias; allanamientos equivocados; encarcelamientos injustos; abusos policiales; etc. (más, aquí).
(iii) Es Perversa
Supuestamente, la causa original de la prohibición es proteger la salud de las personas. Sin embargo, en el agregado, estas personas siguen consumiendo droga, pero de peor calidad y sin control. Si la droga fuese legal, se podría comprar y usar en condiciones más salubres y bajo el control de especialistas para reducir el número de infecciones u otras enfermedades (incluido el VIH) y muerte por sobredosis. Si cree que esto es soñar despierto, aprenda algo sobre el caso noruego (aquí).
Además, según evidencia en Portugal, legalizar el consumo de droga puede efectivamente llevar a menos adicción. Si usar drogas es un delito; entonces un drogadicto lo pensaría dos veces antes de buscar ayuda, por temor a ser apresado. Esto explicaría por qué en Portugal se ha reducido la adicción (aquí). Esto sin contar que, en relación al punto anterior, se expone a los consumidores al riesgo de ser apresados injustamente o tener que comprar muchas veces, con el riesgo que conlleva lidiar con narcotraficantes. En Perú no es delito tener droga hasta cierta cantidad, pero es una cantidad muy pequeña y si pasas esa cantidad es un delito. Además, si llevas contigo dos tipos distinto de droga, así sean cantidades minúsculas, también es un delito
Se podría argumentar que combatir las drogas beneficia a los carteles, en lugar de perjudicarlos. El argumento más obvio, que ya mencioné en el punto (i), es que el incremento del precio beneficia a los carteles.
De la misma manera, dado que más que en un negocio, se ha convertido en una actividad criminal, una persona común y corriente, no puede ser un vendedor de droga. Salvo que seas Walter White (la persona real en la que se basa la serie Breaking Bad), el negocio de las drogas es para mafiosos de nacimiento, lo cual los beneficia, al crear una especie de monopolio a su favor. Pablo Escobar no estaba entre ser contador o ser narco, él estaba destinado a eso. Si no era narco, iba a ser otro tipo de criminal. En ese sentido, uno bien podría decir que los “Pablos Escobares” del mundo se benefician por la existencia de la guerra contra el narcotráfico, de la misma manera que cualquier industria se beneficiaría de regulación excesiva que la convierta en un cuasi-monopolio legal.
(iv) Es Costosa
La lucha contra las drogas trae algunos beneficios, pero también costos que los sobrepasan. Como dije ya, aun si asumiéramos (erróneamente) que la prohibición reduce el consumo, cualquier ahorro en enfermedades o muertes por uso de drogas, se ve “compensado” por muertes combatiendo a los delincuentes que ahora producen o venden las drogas. Además, los consumidores siguen usando la droga tanto o más que antes y –lo que es peor- a un precio mayor. Esa es una pérdida de eficiencia neta para la sociedad. Cada vez que consumimos un producto exactamente igual a un mayor precio, la sociedad como un todo pierde utilidad (concepto económico).
(v) Es Inequitativa
Mas aun, piense que la mayoría del consumo se da en el primer mundo (Europa o USA) y los efectos perjudiciales de la lucha contra las drogas (muertes, corrupción, injusticia, etc.) se dan prioritariamente en nuestros países (países en desarrollo). No solo los efectos son catastróficos, sino que se reparten inequitativamente. Y dentro de la población, las minorías son particularmente perjudicadas, sino miren datos demográficos de encarcelamiento por temas relacionados a las drogas en USA.
(vi) Es Innecesaria
Existen mejores alternativas a la prohibición: un mundo sin criminalización, pero sí con estándares de calidad, ayudas para consumidores adictos, ayudas para las familias de consumidores, campañas de prevención, etc. Lo mejor de todo, estos programas podrían ser financiados con los impuestos cobrados a los fabricantes o vendedores de droga, que ya no serían tanto como Pablo Escobar, sino más como Bayer o Roche.
Por todas estas razones, considero que la lucha contra las drogas es una de las peores políticas públicas que podría seguir un país. Sé que este tema despierta pasiones, pero ojalá pueda recibir comentarios más razonados que algunos de mi último post.