Aversión a los exámenes. Acerca de la Directiva del Minedu
¿Cuál es la mejor manera de evaluar a un preescolar? Por mi
intuición y lo que he
leído acerca del tema, creo -y solo “creo”- que los niños no deberían ser
tan presionados para aprender cosas que van a tener años para aprender en toda
su vida. Creo que se debería poner énfasis en el juego, en el cariño y la buena
alimentación. Lo demás debería venir solo. Dicho esto, igual no puedo estar de
acuerdo con la Directiva del Minedu, según la cual está prohibido someter a
exámenes de ingreso a niños menores de seis años, en los procesos de admisión a
colegios privados. La norma me parece problemática en varios sentidos,
incluyendo:
[Imagen tomada de Jamefleting]
1. ¿Por qué no dejar que los papás elijan? Cada uno tiene su propia
opinión acerca de si los estudios primarios deberían de ser más “académicos” o
relacionados al juego. Los colegios hacen sus propios arreglos. Los mejores,
seguirán las tendencias actuales, los peores, no. Los extraordinarios,
innovarán. Una norma así, quita un incentivo para la competencia y la posibilidad
de innovación. Hace 12 años los exámenes en las universidades median sobretodo
tu habilidad para memorizar. Ahora, por lo menos varias de las principales
universidades de Lima, hacen evaluaciones mucho más integrales y enfocadas en
lo realmente útil para saber si a una persona le va a ir bien o no en la
universidad. Nadie las ha obligado a hacerlo, ellas solas han considerado que
esto es lo mejor. Paradójicamente, las universidades estatales -hasta donde sé-
siguen un método de evaluación “tradicional”.
En Lima, cada vez hay más colegios “no tradicionales”. Estos
colegios dan una alternativa a los papás que creen que las cosas se deben hacer
de modo distinto. Uno de esos colegios se llama Alehp. El mismo fundador de ese
colegio, el famoso educador peruano Leon Trahtemberg, ha señalado
que “Si un colegio está haciendo hoy lo
mismo que hace cinco años, podemos afirmar que está desactualizado, porque en
educación -al igual que todas las otras actividades- lo que no avanza,
retrocede”. Sin embargo, el mismo Trahtemberg ha señalado en una entrevista
con Bruno Giufra que su colegio no es para todos. Él cree que si hay papás más
cómodos con el modelo tradicional, en buena hora. Una norma como la comentada
aquí, le toma una foto a la situación actual, impidiendo la innovación y la
libre elección.
2. Un sistema así, en el que no se puede evaluar la habilidad
académica de los niños, afectaría principalmente a los niños con habilidades
adelantadas o con problemas de aprendizaje. ¿Qué pasa con un niño que puede
leer, escribir, hablar o hacer operaciones matemáticas por encima del promedio
de su edad? ¿Debe entrar al mismo nivel que uno que tiene problemas de
aprendizaje o ha desarrollado más otro tipo de inteligencia? ¿No merecen ambos
un tipo de educación personalizado? ¿Cómo se les dará esa educación si no se
conoce su potencial con una evaluación?
3. Este sistema debería tender a distraer la evaluación hacia otros factores.
La misma directiva del Minedu señala que: “(…)
podrán basarse en otros aspectos que no involucren las capacidades y
características del niño (…). Como por ejemplo, afinidades o creencias y
convicciones, cercanía a la institución educativa, parentesco con alumnos
previamente matriculados, etc.”. Tal como ha señalado
Fernando Cáceres: “(…) estos criterios
pueden terminar siendo discriminatorios o fuente de mucho estrés e
incertidumbre, pues se podría excluir a los niños por la clase social de sus
padres, las oportunidades que tuvieron de estudiar en estos colegios, o el
número de hermanos que tienen (los hijos únicos tendrían menos chance). Algunos
colegios, según hemos podido averiguar, inclusive realizarían sorteos o
privilegiarían la admisión por orden de llegada (plop)”. Algunos
colegios llaman a los papás a una entrevista y dicen que los niños estén
presentes. Entonces, cual espías, evalúan a los niños; pero sin poder hacerlo
formalmente. ¿Realmente a eso queremos llegar? Otra opción es que esta norma
genere más trabajo para los sicólogos. No me sorprendería que algunos colegios
“tercerizacen” los exámenes y luego solo pidan los resultados a los padres.
El Estado tiene una extraordinaria manera de marcar la pauta en
términos de educación, al tener muchísimos colegios públicos bajo su mando.
¿Por qué no comienzan haciendo que sus colegios sean de calidad y luego le
dicen a los demás como educar? Ups, me olvidé del Sutep, a ellos tampoco les
gusta mucho que los evalúen, ¿verdad?
Pd: Pueden contactarme
en Twitter @osumar
Pd2: Mis posts
salen los martes.