Lo que callan los influencers
Siempre he creído que todos somos “influencers”. Y para esto parto de la idea que cualquiera de nosotros puede influenciar en la decisión de una persona. Si alguien te recomienda un libro, un café, un restaurante o lo que sea, y ese alguien lo está haciendo en base a su experiencia y sientes que tienen o podrían tener gustos similares, pues probablemente vas a evaluar la opción que te está recomendando. A todos nos ha pasado.
Sin embargo, hace unos años Instagram permitió que muchas personas que creaban contenido empiecen a tener más visibilidad, y con ello más seguidores. Y así, pasamos de tener redes sociales para recomendar cosas a través de grupos como “El buen dato” o “El rico dato” en Facebook (hoy conocido como Meta) a tener perfiles de personas que eran categorizadas como: “micro influencers”, “influencers”, “celebrities” y demás. Y con el despegue de TikTok la posibilidad que una persona se vuelva “conocida” a través de sus redes sociales se multiplicó al punto que hoy incluso muchas personas viven del contenido que comparten en sus redes sociales.
La fórmula para tener éxito como “influencer” no existe. Sí existen parámetros al momento de querer consolidarte en ese mundo:
- Debes optar por elegir un tema en base a tu experiencia (si eres arquitecto, puedes hacer un perfil sobre eso. O si te apasiona el origami, puedes crearte un TikTok o un canal de YouTube en donde muestres y enseñes tu pasión).
- Debes perder el miedo de hablar frente a una cámara, porque hoy todo es multimedia. Antes, cuando Instagram era popular, podías ser “influencer” subiendo fotos. Hoy, debes hablar.
- Debes ser constante. Porque como hemos hablado en otros artículos, una red social te premia en la medida que subas más contenido que permita que las personas destinen más tiempo en su red.
Y seguro estás pensando… “Ok Jorge, ya sé lo que tengo que hacer para ser influencer” … pero, cuéntame lo que callan los influencers. Y ahí viene este punto:
Debes mantener siempre la motivación. Porque lo más probable es que no tengas éxito. Lo más probable es que te demores 1 hora en hacer un video y que solo tengas 10 visualizaciones. Solo en YouTube se suben más de 300 horas de video por minuto, así que la competencia es muy grande. Pero si lo haces por pasión, eso no debería importante. Si lo haces para un negocio, probablemente la presión será mayor.
¿Y por qué puedo estar tan seguro de esto?
Les cuento que desde el 2018 cree, junto a mi esposa, un perfil de Instagram llamado “Dos cómplices por el mundo”, un perfil para compartir reseñas de los lugares donde íbamos a comer. Ella abogada, yo marketero, pero ambos con la pasión por el buen comer. Y antes de la pandemia teníamos unos 5,000 seguidores y nosotros éramos felices.
Pero llegó la pandemia y no había forma de hacer reseñas, así que migramos a hacer recetas ya que todos estábamos en casa. Y así empezamos a crecer y ahora, casi 5 años después, alcanzamos más de 108,000 seguidores. Sin duda es espectacular y nos ha traído muchas alegrías y sorpresas. Y para muchos, puede ser lo máximo que te inviten a lugares, que te envíen productos, que las marcas empiecen a llegar para que generes contenido. Y sí, es sin duda increíble, considerando que no nos dedicamos a esto y hasta hace unos años solo recomendábamos a nuestros amigos.
Sin embargo, lo que callamos es que usualmente comemos la comida fría. Lo que callamos es que también tenemos muchas frustraciones gracias al algoritmo, ya que a veces nos esforzamos en hacer una receta por más de una hora, con grandes detalles y no logra tanta interacción como una receta que hacemos en 5 minutos con atún y galletas. Lo que callamos es que cuando deja de ser un hobbie, se puede convertir en un trabajo más y eso genera más presión. Y probablemente a muchas personas les pasa lo mismo.
Para muchos hacer un video puede ser fácil, pero tal vez no consideramos todo el esfuerzo y tiempo que hay detrás. Grabar un video de unos minutos puede tomar más de una hora, porque pasa por el proceso de pensar la idea, producirla, editarla y compartirla. Y ver que no logras un buen alcance puede ser frustrante. Y más frustrante aún es recibir comentarios de “haters” que no comprenden todo el esfuerzo que se necesitó para que puedan ver el video que están criticando. Por eso la motivación es clave.
Pero no todo es malo. Siempre hay una gran satisfacción por desarrollar tu pasión sin importar cuántas personas te vean. Y por eso me alegra siempre ver nuevas personas que se animan a hacer contenido. Y por eso les quiero compartir dos perfiles:
- El primero es de un amigo, Gilbert Paredes, que se animó a hacer un video podcast llamado Invertromes, para compartir su pasión por las inversiones. Aquí les dejo un capítulo: https://www.youtube.com/watch?v=abZ1uFMi0Wc&t=230s
- Y para cerrar. Luego de Dos cómplices por el mundo, me animé a hacer otra cuenta, esta vez un programa en YouTube acerca de mi pasión, el tennis. Se llama Match Point, el podcast y aquí les comparto un capítulo: https://www.youtube.com/watch?v=nly4QRw9pTE
Así que la próxima vez que veas un video de alguien que se despierta y toma un café, o comparte su “outfit” del día, o la receta de su almuerzo, espero recuerdes que esa persona está haciendo un esfuerzo para difundir contenido que le apasiona y le regales un like. Un like no cuesta nada.
Soy Jorge Lazo Arias y cada miércoles encontrarás aquí información sobre marketing, a partir de analizar campañas buenas y también las no tan buenas…porque todo nos suma para conocer las novedades en el mundo del marketing y contar con aprendizajes que podemos aprovechar y aplicar en nuestro día a día.