EL AMOR EN EL TRABAJO, tabúes, riesgos y verdades
Amor…
¿Amor por el trabajo o enamorarse en el trabajo?… Sutil juego de palabras que suscita tabúes, vergüenzas, ética, mentiras y conductas complejas. Muchos riesgos me dirán, pero el corazón puede más que la razón. Es lo que demuestra una encuesta* realizada en Francia en la cuál 37% de empleados lo consideró. Más “Love Stories” de las que creemos están sucediendo en estos mismos momentos y sin que lo sepamos. Pero cuáles son los verdaderos riesgos para el negocio y cómo lidiar con esta realidad oculta?
Facts:
- Seguro tu mismo lo pensaste en algún momento y si no es así, seguro que sabes de alguien que se haya enamorado o tenido una aventura con alguien de su propia empresa.
- El amor y la pasión no entienden de razón. 37% de los encuestados afirman haberlo considerado.
- 59% de ellos ya tuvieron una relación en el trabajo.
- Más por la vida que por una aventura, 48% afirman que duró algunos meses, 39% algunos años, 19% algunas semanas, 15% por una noche.
- Sólo 25% de las personas que se conocieron en el trabajo siguen juntas.
- 49% de los sondeados reconocen que es complicado.
- De las parejas que se armaron, 20% afirman que uno de los dos tuvo que dejar el trabajo y 5% tuvieron que cambiar de área de trabajo.
Por todo lo anterior, parece que es más fácil encontrar pareja en el trabajo que en Tinder o en una discoteca y sin embargo el prejuicio en Latinoamérica suele ser más severo en el primer caso por los mismos dichos asociados.
Empresas cúpidas o rompe parejas.
Me acuerdo que en la inducción que tuve en Accenture París cuándo ingresé, mi jefe me comentó que fácil iba a conocer el amor de mi vida allí ya que gran parte de los consultores al ser recién egresados de universidades sin compromisos, tener vida laboral intensa y al viajar juntos terminaban enamorándose y haciendo pareja. Tanto es así que contaban con estadísticas en RRHH de cuántas parejas se habían formado. Interesante caso que abiertamente se posicionaba como la empresa Cupido como valor añadido.
Hay que considerar que si bien algunas empresas son transparentes sobre la materia, el caso se extiende a todas las empresas cuyas condiciones de largas horas laborales, con eventos sociales solo para los trabajadores generan posibilidades más altas que otras que favorecen equilibrio de vida.
Si pasamos 1/3 de nuestra vida en el trabajo en términos generales y si las horas extras son cotidianas, más condiciones se reúnen no solo para enamorarse, sino también para las aventuras, de las cuáles poco se habla en las encuestas.
Atracción sapiosexual
El trabajo es el lugar de explosión de gran parte de nuestra inteligencia y de nuestra sabiduría. El enamorarse por los conocimientos, destrezas intelectuales o la forma de liderazgo de una persona resulta ser uno de los elementos de mayor atracción llamado sapiosexual. Vale decir que en el trabajo más allá de la ropa, el perfume o el estilo que usamos, lo cultural termina siendo lo más atractivo, por lo mismo que seducimos y somos seducidos por todos los estímulos que emanan de nuestra capacidades intelectuales.
Esto no suele ser consciente al inicio, pero conforme aumentan los estímulos, se van descubriendo facetas en los colegas de las cuáles no podemos dejar de ser atraídos.
Amores prohibidos y Ampays!
Las leyes no pueden impedir que se armen parejas en el ambiente laboral, y el amor no entiende de razones. Los códigos de ética de gran parte de las empresas tienen vacíos en ese sentido y los comités de ética no pueden sancionar el amor mutuo a no ser que se descubran casos de escándalo que pueda dañar la imagen de la empresa. El caso a caso aquí prevalece.
¿En qué casos en concreto se puede prohibir?
Aventuras de personas casadas al descubierto (Ampay!), rumores de favoritismos, conflictos de intereses, escándalos, relaciones con proveedores, muestras de afecto y conductas que atenten al pudor etc pueden ser sancionadas hasta con despido.
El dilema es que cuándo inicia una relación, ésta suele ser mantenida muy privada por lo mismo que ni la pareja sabe qué tan seria será la relación. Si es pasajera, es probable que nadie se entere, a no ser que las conductas sean demasiadas obvias.
Riesgos para las empresas:
Estas situaciones preocupan a Recursos Humanos por lo mismo que tienen que preservar la actividad laboral y la cultura empresarial libre de cualquier situación que atente a la naturaleza de la ética y productividad.
- El límite entre la seducción y el acoso y el abuso de poder.
- Conflictos de interés, en particular si hay una jerarquía entre los enamorados o dependencia entre áreas o proveedores.
- Favoritismo y falta de objetividad.
- Demandas por los efectos anteriores y caída de la confianza y del clima.
De la misma manera y a la inversa, los riesgos de desamor pueden ser problemáticos en las empresas.
- Hostigamiento para incitar a la renuncia.
- Sabotear las ideas o el trabajo del ex.
- Represalias y amenazas de dar a conocer.
Conclusiones:
No nos podemos tapar los ojos. El amor y la atracción ocurren en cuál ambiente social y el trabajo es uno de ello. Existen historias de amor increíbles que perduran ”…y vivieron para siempre felices” así como relaciones disfuncionales que terminan dañando no solo a los protagonistas sino como efectos colaterales a las organizaciones.
Aquí algunas recomendaciones.
- Para las empresas: es importante dar una inducción correcta sobre los aspectos éticos y sanciones que puedan tomarse.
- Para los enamorados: Saber que existen consecuencias y decisiones a tomar resulta clave para la misma subsistencia de su relación. La transparencia una vez la decisión tomada de formalizar es clave para que la empresa pueda dar las mejores recomendaciones en cuánto a lo organizacional. (cambios de área, etc. pueden ser importantes).
- Finalmente como en toda relación, cuidar que sea lo más conversado posible, consensuado, alturado y sano.
¿Y tú, te has enamorado en el trabajo alguna vez?
Mauricio Bock
Máster en Neuropsicología.
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*Encuesta a 2,049 empleados por PageGroup France.