Mis gadgets favoritos del año y una nueva categoría: vehículos

En este espacio no hago recomendaciones de gadgets que no he probado. Cada producto que menciono lo he usado durante este año en mis viajes, clases, proyectos y rituales cotidianos. Esa es la única manera de hablar con legitimidad: contar desde la experiencia.

El teléfono del año es el OPPO Reno 14f, el que utilizo para grabar videos y acompañar mis viajes. Me gusta su calidad de cámara y también el precio, que lo convierte en una herramienta accesible y confiable.

El televisor TCL 6CK de 75” transforma cualquier sala en cine y demuestra cómo la experiencia audiovisual puede ser parte del día a día sin necesidad de exagerar en precio.

El monitor portátil gamer Acer PM1 Series redefine la experiencia de movilidad tecnológica. Su calidad de imagen sorprende en un formato ultraligero, pensado para quienes necesitan trabajar o jugar en cualquier lugar. Lo he probado en distintos espacios —sí, incluso en los más inesperados— y confirma que la portabilidad extrema puede convivir con la exigencia visual. Es un ejemplo claro de cómo la tecnología se adapta a viajes, clases y proyectos sin sacrificar rendimiento.

La última Predator de Acer merece mención especial. Es una máquina que responde a la exigencia de los títulos AAA y al mismo tiempo se convierte en un centro de trabajo creativo. Su potencia y refrigeración la colocan como referencia obligada para quienes buscan rendimiento extremo.

La Zenbook S16, que mi esposa utiliza día y noche para trabajar, demuestra que diseño y rendimiento pueden convivir en un mismo equipo y que la productividad también depende de la confianza en la máquina.

La Epson L6370 se gana su lugar por ser sostenible y eficiente. Es la impresora que Rosa utiliza todo el día en su nuevo emprendimiento Jabones que Cuidan, y representa cómo la tecnología puede pensar en productividad y planeta al mismo tiempo. Una máquina que acompaña la creación de productos artesanales con impacto sostenible.

La ROG Xbox Ally X me acompañó en viajes y me permitió jugar todo lo que quise, reemplazando a la Switch en ese terreno. La Nintendo Switch 2 se queda con el título de mejor consola del año en formato no portátil, porque sigue dominando la narrativa gamer con propuestas que marcan generaciones.

En 2025 JBL ganó todos los espacios. Su Spinner BT nos hizo abrir el baúl de vinilos en la playa, devolviendo la magia de escuchar música sin prisa. Los Soundgear Frames me permiten llevar música en cualquier lugar, integrando estilo y tecnología en un solo accesorio. La Boombox 4 asegura sonido potente en la piscina sin miedo al agua.

Autos del año

Por primera vez incluyo esta categoría, porque la movilidad también forma parte de nuestra relación cotidiana con la tecnología.
En tercer lugar está la Toyota RAV4 híbrida, una marca líder en el país que ofrece un vehículo confiable para dar los primeros pasos hacia la movilidad sostenible.

En segundo lugar la KIA Tasman, una pick-up que transmite fuerza y seguridad, pensada para quienes necesitan llevarla a todos lados. Sin embargo, no es para todos: mi esposa no se sintió cómoda con sus dimensiones y varias personas me comentaron lo mismo. Es un ejemplo de cómo la potencia puede ser un reto en términos de usabilidad cotidiana.

El primer lugar es para la BYD, la marca en general. BYD se atrevió a entrar al Perú con autos 100% eléctricos cuando muchos expertos opinaban que nuestro parque automotor no estaba listo. Con ocho lanzamientos en 2025, demostraron que la movilidad eléctrica no es un sueño lejano, sino una realidad que marca el camino que otros deberían seguir.

Estos gadgets y vehículos no son solo productos: son símbolos de cómo la tecnología se integra en nuestra vida diaria, desde el entretenimiento hasta la movilidad sostenible. Hablar de ellos desde la experiencia es reconocer que la innovación no se mide únicamente en especificaciones técnicas, sino en cómo nos acompañan en viajes, clases, proyectos y rituales cotidianos.
El 2025 fue un año de legitimidad tecnológica: probamos, vivimos y narramos. El 2026 nos exigirá ir más allá, con ética digital, sostenibilidad y comunidad como ejes centrales. Y lo arrancamos cubriendo el CES, el escenario donde las marcas muestran sus apuestas más ambiciosas y donde confirmaremos si las promesas de innovación realmente se convierten en experiencias que transforman nuestra vida.