Factos del mercado gamer peruano

La pandemia no solo redefinió la forma en que trabajamos y estudiamos, también transformó el perfil del gamer latinoamericano. Y si hay alguien que puede hablar con autoridad sobre esta evolución, es Becket Barrionuevo, Country Manager de Acer Perú. En conversación directa, Barrionuevo ofrece una radiografía precisa del mercado: el gaming ya no es solo entretenimiento, es una industria en expansión, una plataforma de trabajo y una comunidad diversa.
En Perú, el 30% de las notebooks que se venden son gamers. Esta cifra, que se disparó en la pospandemia, tiene un rostro claro: jóvenes de 18 a 25 años que combinan estudio, trabajo y juego. Pero también hay un segmento creciente entre los 25 y 35 años, especialmente creadores de contenido, que integran el gaming como parte de su rutina profesional. La lógica ha cambiado: ya no se trata de elegir entre consola o PC, sino entre funcionalidad, movilidad y rendimiento.
Becket lo resume con claridad: “La generación actual viene de jugar PlayStation como parte de la convivencia, pero ahora migran a laptops por necesidad y versatilidad”. En ese tránsito, Acer ha sabido leer el mercado. Desde la línea Nitro Lite —pensada para estudiantes que buscan funcionalidad sin estridencia— hasta Predator —su línea de alta gama para gamers hardcore— el portafolio se ha expandido para responder a todos los perfiles.
Los datos lo confirman:
• El 60% de los equipos se venden por debajo de los S/3599, con tarjetas GRX 3050.
• Un 20% corresponde a configuraciones con 4050, por encima de los S/3999.
• La alta gama representa el 7%, con RTX serie 50, pantallas de hasta 18 pulgadas y especificaciones para creadores exigentes.
Este nuevo ecosistema no solo se concentra en Lima. Arequipa, Cusco y Trujillo son ciudades clave en el consumo de notebooks gamers, mostrando que el fenómeno es nacional y transversal. “Después de Chile, Perú es el país que más compra notebooks gamers en la región”, afirma Barrionuevo. Y no es casualidad: venimos de una cultura de cabinas de internet, donde el hardware se investigaba, se armaba y se compartía. Los chicos que no podían acceder a consolas encontraron en el PC una vía de entrada al gaming competitivo. Dota es el mejor ejemplo: Perú es potencia regional, y Acer ha sido un aliado constante en campeonatos y activaciones.
Otro dato clave que no puede pasar desapercibido: el crecimiento del género femenino. En países como México, el 47% de la comunidad gamer está conformada por mujeres, muchas de ellas participando activamente en campeonatos y liderando equipos. Este fenómeno no es aislado: responde a una apertura cultural, tecnológica y generacional que redefine quién juega, cómo juega y para qué juega.
A mis 41 años, veo y disfruto el aumento significativo de gamers en el país, al igual que el crecimiento de creadores de contenido. Pero esto no es casualidad: se debe a una mayor accesibilidad de productos, a marcas que entienden el mercado y a una comunidad que sigue evolucionando. Disfruten.