PPK, Inversiones y Códigos de Ética de Conducta Profesional CFA
Hoy en Perú y en el mundo se exige a los profesionales de la inversión a tratar con sumo cuidado lo que se conoce como Conflicto de Intereses; tema de relevancia y exigencia en nuestro país para quienes orientan su vida profesional al mundo de las inversiones; una de las más prestigiosas certificaciones internacionales como el Chartered Financial Analyst (CFA) – refrendada por el CFA Institute de Estados Unidos- lo incluye como tema de base y fundamento para sus candidatos. Hoy muchos de nuestros jóvenes profesionales de la industria de servicios financieros estudian y suscriben estos códigos de ética, los cuales han tomado mayor importancia después de la grave crisis financiera mundial que empezó en el año 2007 en Estados Unidos de América y cuya consecuencia aún afecta al mundo, una de las principales causas que dio origen a esta crisis fue la falta de ética que a su vez generó crisis de confianza en los mercados financieros y de inversiones; por ello surgió la ley Dodd-Frank y se revivió la regla Volcker para promover la estabilidad financiera a través de medidas que proporcionen un control sobre actividades especulativas que exponía al sistema financiero de Estados Unidos a situaciones en la cual manos inescrupulosas colocaban en riesgo a todo un país y el mundo.
Lo mencionado en el párrafo anterior tiene mucho que ver con lo que acontece en la coyuntura política de nuestro país, este es el tema sobre conflicto de intereses, el cual ocupa uno de los códigos de ética y estándar de conducta profesional por parte de funcionarios de alto rango.
Considero que el debate sobre la crisis política actual en el Perú se encuentra entre dos conceptos: por un lado, lo ético-moral; y por otro lado, lo jurídico-legal. En efecto, lo que acontece en nuestra patria tiene que ver con un tema ético-moral más que con lo referente a lo jurídico-legal. La vacancia no significa juzgar al presidente de la república como corrupto, para ello falta seguir un debido proceso y disponer de la información y pruebas suficientes que nos lleve a tal conclusión, y hoy no es posible llegar a tal conclusión.
En el plano político de nuestro país el tema va por el lado de lo ético. Un problema que enfrentó y sigue enfrentando el presidente Pedro Pablo Kuczynski (PPK) está relacionado al conflicto de intereses, tema ético de conciencia y transparencia en sus actos. Respecto a los códigos de conducta ética sobre inversiones, el CFA Institute, entiende como conflicto de intereses a todo asunto de importancia que podría razonablemente dañar la objetividad e independencia del profesional. Por tanto, el CFA recomienda que el analista y/o asesor debiera hacer lo que se denomina disclosure (revelación) de los hechos que pueden interferir en sus deberes y obligaciones con sus clientes (para el caso de un presidente su “cliente” es su país).
Correspondía a PPK, en su campaña a la presidencia de la república y posteriormente cuando fue elegido, hacer el debido disclosure sobre las actividades de su empresa individual con el estado peruano, debido a que aquella había realizado actividades para con Odebrecht y recibido ingreso de ella; incluso aunque él no hubiese recibido dividendos de ella, los ingresos de esta se realizaron durante el periodo en que él fue ministro de estado y pudieron interferir en la objetividad e independencia de sus decisiones. El argumento de PPK respecto que él no tenía información de la gestión de su compañía individual resulta poco razonable, y éticamente no es aceptable, ya que si bien se puede delegar a un tercero que realice las funciones de gerencia sobre la firma, la responsabilidad y las consecuencias de los actos no son delegables; además, va contra toda racionalidad sustentada por la ciencia económica desde su fundación, donde el empresario individual busca maximizar su utilidad con fines de incrementar la riqueza de la empresa de su propiedad.
Existen algunos argumentos falaces; por ejemplo, que un accionista de un banco, no tiene por qué conocer lo que hace la gerencia de éste y sólo le puede interesar recibir sus ingresos por dividendos; este tipo de justificación no tiene sentido; cuando un inversionista compra pocas acciones de un banco que cotiza en bolsa, él estará siempre muy atento de lo que le sucede a dicha firma aunque como accionista minoritario no tome las decisiones en la compañía. De otra parte, la comparación no es adecuada, y aquí lo falaz, una cosa es ser accionista único de una firma individual y otra es ser accionista de una gran firma corporativa, eso es muy claro para un profesional de la economía.
Otro argumento, falaz resulta de manifestar que la contratación se dio entre dos entes privados (la compañía de PPK y Odebrecht), este argumento cae por si mismo, el asunto tiene que ver con la interferencia (potencial conflicto de interés) y el disclousure que se debió realizar, sea la relación entre ambos entes directa o indirecta respecto al Estado e intencional o no intencional.
Los actos que realiza una persona pueden ser éticamente incorrectos, pero no necesariamente son legalmente sancionables.
Por tanto, en este contexto, como hombres nuestra trascendencia se encuentra en la herencia que dejamos, ofrezcamos pues una semblanza de ser hombres libres por la verdad y dignos de sí ante Dios y las generaciones que esperan de nosotros.
Estimados lectores les deseo una Feliz Navidad en Cristo Jesús.