La Innovación y el Mito: ¿Somos Todos Creativos?
La Creatividad como fuente de la innovación
La Creatividad es la fuente de la innovación, y mientras más creativo seas, podrás ser más innovador. Sin embargo existe un viejo mito que ronda en la mente de las personas, y que supera las barreras culturales. Esta pregunta la he realizado a personas de diferentes culturas, subculturas, nacionalidades, y profesiones. En marzo del 2013 tuve la oportunidad de viajar al Congreso Mundial de Neuromarketing que tuvo lugar en Sao Paulo, y realicé la misma pregunta que vengo realizando desde hace varios años:
¿Te consideras Creativo? ¿Crees que eso es no es para ti, y que ese solo es trabajo de los profesionales creativos como publicistas, diseñadores, u otros similares?
La mayor parte de las personas (que no eran de estas carreras creativas) me respondían que NO, que no se consideraban creativos, que eso no es para ellos, que eso es es para otros profesionales, que ellos son ejecutivos de Grandes empresas, o ejecutivos de empresas medianas, y que su trabajo era más analítico y en algunos casos totalmente numérico.
Pude conversar con profesionales de España, México, Alemania, Argentina, y de otros países en mi visita a Sao Paulo. Esto me permitió validar que el mito sigue existiendo:
“La mayoría de las personas creemos que no somos creativos”
¿Pero por qué sucede esto?
¿Por qué la mayoría de las personas no nos consideramos creativos?
Las respuestas pueden ser varias, sin embargo le comparto algunas de las posibles respuestas que a lo mejor usted estimado lector me lo puede confirmar:
1.- En nuestros primeros años, somos expuestos a distintos y variados tipos de estímulos que nos permite desarrollar nuestra creatividad. Somos seres que por naturaleza tenemos una curiosidad por conocer el mundo, y experimentar todo, tocar todo, probar todo.
2.- Luego cuando vamos al Kindergarden o a un Centro de Educación Inicial, muchos somos expuestos a ambientes estimulantes, donde hay materiales como plumones, plastilina, colores, tijeras, entre otros materiales sencillos pero que se amoldan a la velocidad de nuestro pensamiento ¿Cuándo fue la última vez que utilizaste plastilina?
3.- Desde esta etapa en adelante muchos hemos pasado por una situación como la siguiente: Teníamos una idea y la dibujamos y de repente alguien (compañero, profesor, o familiar) nos dijo “Que horrible ese dibujo, y de pronto empezamos a sentir vergüenza. O de repente hiciste una escultura y que te parecía genial, y vino alguien que la criticó horrible. Aquí algunos renuncian a su creatividad, y esto se va reforzando conforme vamos creciendo.
4.- De un ambiente tan estimulante, pasamos en el mejor de los casos a un ambiente como el siguiente:
Y aquí se nos castiga, por pensar distinto, por hablar con el amigo, con expresar una idea de una forma distinta, llega un momento en que el silencio vale “oro”. Hay casos donde los niños llegan tener ideas que a lo mejor los adultos no entienden al inicio y nos castigan o incluso catalogan como “raros”. Veamos un ejemplo que nos permite entender rápidamente el mensaje que quiero compartirles.
Muchas veces la creatividad de los niños, al no ser entendida es en algunos casos hasta castigada severamente, y es una realidad dado que el sistema educativo ha sido diseñado hace muchas décadas basado en formar personas para trabajar como obreros en épocas de la primera revolución industrial, es decir diseñado para una realidad muy distinta a la de hoy, y que está desfasada, pidiendo cambios urgentes.
5.- Luego al pasar a trabajar en ambientes que no fomentan la creatividad, los empresarios no comprenden el por qué las personas no son muy creativas. Además en ambientes donde casi no existe cultura de tolerancia al error, generan dos tipos de perfiles:
- Las personas que no innovan, porque tienen miedo de ser castigados, que les apliquen un Memo por desobedecer sus funciones, o porque incluso los pueden llegar a despedir. Y estas personas cuando están obligadas por la empresa a innovar, lo hacen pero piden “pruebas” de que la innovación funcionará (a sus subordinados o a Agencias de Innovación), sino no apuestan por grandes oportunidades de innovación, dejando relegada la innovación disruptiva (esa que al no existir aún, no es fácil de validar con números su factibilidad volviéndolo un círculo vicioso) terminando a último momento con una presión por innovar que genera caos y desorden, y que por lo general no generan innovaciones disruptivas.
- Y por otro lado están las personas que innovan a pesar de sus miedos, pero que actúan gracias a que no quieren perder la oportunidad de alcanzar el éxito. Pueden existir híbridos pero para términos de simplificar les planteo estos dos perfiles.
Este miedo, y estos frenos a nuestra creatividad se van reforzando mientras crecemos y llegamos a la adultez y a trabajar.
Una de las metodologías que permite romper este mito, fomentar la creatividad y por ende la innovación es el Design Thinking o Pensamiento de Diseñador, el cual es una metodología que trabaja con el Diseño Centrado en Personas y no centrado solo en números, productos, servicios, procesos o estrategias.
El Design Thinking en términos sencillos es la metodología que te permite desbloquear la Creatividad que todos tenemos dentro, es aquella metodología que te permite ganar “Confianza Creativa” y rompe el mito, concluyendo “Ey, Soy una persona muy creativa – y no lo sabía”. Existen casos de personas que dejan sus carreras y se dedican a la innovación cuando conocen el Design Thinking.
A diferencia de otras metodologías de resolución de problemas (Business Thinking) que inician preguntando a las personas qué necesitan, el Design Thinking enfoca la innovación y la solución de problemas de una forma creativa comprendiendo a las personas en 4 ámbitos: el “Decir”, el “Hacer”, el “Decir” y en el “Pensar” de las personas, para detectar las necesidades y los Insights (esas verdades ocultas como dicen mis amigos de Consumer Truth dirigido por Cristina Quiñones).
La Metodología Design Thinking
Esta metodología consta de 5 sencillos pasos, que son los siguientes:
- 1.- Empatizar: Comprender a las personas en sus 4 niveles: Sentir, Hacer, Decir y Pensar.
- 2.- Definir: Enmarcar o reenmarcar el problema
- 3.- Idear: Lluvia de ideas para la generación de una gran cantidad de ideas
- 4.- Prototipar: Hacer Tangible las ideas que deben responder a una pregunta o problema
- 5.- Testear: Mostrar el prototipo a las personas, de ser posible en su entorno real para recibir el feedback.
Asimismo El Design Thinking está basado en los siguientes principios:
- 1.- Enfoque Centrado en Personas.
- 2.- No lo Digas, Múestralo: lleva las ideas al mundo real.
- 3.- trabajo en Equipo: La innovación es un Deporte de Equipos multidisciplinarios.
- 4.- Estar Conscientes del proceso: Conocer todos los pasos del Design Thinking muy bien.
- 5.- Cultura de Prototipos: Esto es parte integral del proceso y no solo una etapa del mismo.
- 6.- Incita a la acción: El nombre nos puede confundir, ya que no se trata de pensar, sino de pensar haciendo. Del Pensar a la Acción.
Siempre debemos considerar que al trabajar en Design Thinking abarca 3 mundos: Es una innovación centrada en personas que se basa en las necesidades de las personas, se basa en la tecnología disponible, y es acorde a la viabilidad de la estrategia del negocio (acorde a la realidad).
Asimismo difiere de otras metodologías de innovación, en que esta metodología no es lineal, es decir puede iniciar por el punto que desees, puedes avanzar, retroceder, puedes concluir y luego volver a retroceder, ya que es un proceso iterativo y que no siempre tendrás la solución exitosa en la primera vez, sino es un proceso en donde cada iteración te da un aprendizaje.
Esta metodología es utilizada por empresas como: Google (Moonshot Thinking), Zara, Apple, entre otras empresas internacionales, así como tenemos casos en Perú que aplican estos conceptos como son: Interbank con sus nuevos formatos “Explora” y con Innova Schools.
Si te interesa saber más sobre Design Thinking: Te invito a seguirme en mi web http://www.andygarcia.pe o en Twitter @andygarciape.