Piense en el ambiente antes de comer pollo a la brasa
El nivel de consumo es el factor que determina la producción y esta, a su vez, el nivel de aprovechamiento de los recursos naturales. A mayor producción, mayor riesgo en la sociedad y mayor impacto en el ambiente. En el fondo, pues, somos los consumidores quienes sostenemos a la industria y quienes de manera indirecta contribuimos a que se generen los riesgos en la sociedad.
El nivel de consumo está determinado en cierta medida por los hábitos de comida. En los Estados Unidos, por dar un ejemplo, existe un creciente debate sobre el daño ambiental que generan los residuos de las grandes granjas porcinas. Son tantos esos residuos que no es posible tratarlos o disponer de ellos adecuadamente.
En el caso peruano el consumo de pollo a la brasa tiene un impacto ambiental que muchos desconocen. Comer pollo cocinado a la brasa es una de las causas de la depredación de los bosques secos de nuestra costa, los cuales dependen en gran parte del algarrobo. La leña de este árbol es la favorita para hacer la brasa; las razones son varias: despide un grato aroma, genera mucho calor y produce poco humo.
Si bien en el Perú consideramos al algarrobo como una planta emblemática de nuestras áreas naturales protegidas, este está siendo depredado para su consumo en pollerías. De hecho, no es raro que sea incautado en las carreteras con la intervención de la Administración Técnica Forestal y de Fauna Silvestre.
El Parque Nacional Cerros de Amotape, por ejemplo, una importantísima área natural protegida ubicada entre Piura y Tumbes, contiene una gran diversidad biológica del bosque seco del norte del país y una de sus amenazas es precisamente la producción de carbón ilegal a partir de la leña del algarrobo para las pollerías.
El algarrobo es una especie declarada en peligro y aquella que es de origen ilegal no debe ser utilizada por las pollerías. Personas entendidas, como Walter Wust, ya han dado la llamada de alerta.
No toda la leña del algarrobo tiene un origen ilegal, pero mucha de ella sí. Aunque la ley todavía no ha demostrado eficacia para modificar la conducta de los dueños de pollerías que utilizan leña de algarrobo de origen ilegal, los consumidores sí podemos contribuir a ese cambio. Téngalo en cuenta.