¿Cargamontón contra el OEFA?
Yo soy el abogado que públicamente ha criticado más a este organismo estatal (siempre en lo jurídico y en dos asuntos concretos) y creo que mis continuos artículos y declaraciones en la prensa pueden haber influido en la imagen parcial que algunos tienen del OEFA.
Hace un par de semanas fui invitado por el Presidente del Consejo Directivo del OEFA a una reunión en la cual conversamos sobre mis opiniones y los retos reales que enfrenta esta institución. En esa conversación también participaron la Directora de la Dirección de Supervisión así como la Subdirectora de Supervisión Directa, de ambas pude conocer el trabajo preventivo que vienen haciendo en materia supervisora.
Tal reunión me motivó a escribir esta nota en la que quiero precisar mis dos críticas al OEFA, de tal manera que no se reste el mérito que en otros aspectos sí se merece este importantísimo organismo del Estado peruano.
Primera crítica: la Dirección de Fiscalización y el Tribunal de Fiscalización Ambiental (TFA) resuelven arbitraria e ilegalmente al imponer y confirmar algunas multas sosteniendo que para el derecho peruano todo exceso de un Límite Máximo Permisible (LMP) causa siempre un daño al ambiente. Es decir, lo que pretenden sostener es que el riesgo y el daño son lo mismo cuando se trata de un exceso de LMP. A pesar de que el propio Consejo Directivo del OEFA sostiene exactamente lo contrario en su nueva escala de multas aprobada por la Resolución Nº 045-2013-OEFA/CD, la Dirección de Fiscalización y el TFA siguen insistiendo en violar la ley y uno de los principios generales del derecho de daños peruano: que el daño debe ser cierto.
Segunda crítica: el OEFA está obligado inexcusablemente a fomentar la producción limpia en la industria a través de incentivos. Sin embargo, hasta el momento sólo se ha limitado a ser el instrumento de una técnica regulatoria exclusivamente punitiva establecida -por omisión- por el Ministerio del Ambiente (MINAM). Baste decir que el 2013 el OEFA publicó unas quince normas relacionadas a su potestad sancionadora, pero ninguna de fomento de la prevención de la contaminación. A pesar de que su ley de creación y su reglamento de organización y funciones le imponen tal mandato el OEFA no se ha preocupado por tal tarea.
Sin embargo, parece que las cosas han empezado a cambiar en lo que respecta a mi segunda crítica. Hace unos días el MINAM aprobó el Régimen de incentivos en el ámbito de la fiscalización ambiental (Resolución Ministerial Nº 167-2014-MINAM), cuyo proyecto fue propuesto, según tengo entendido, por los propios funcionarios del OEFA. Parece, pues, que ya se habría iniciado un cambio en el modelo regulatorio ambiental peruano, tal como lo ha sugerido el Presidente del OEFA en notas y artículos publicados en los últimos días. Es una muy buena noticia. Por lo tanto, si el OEFA y el MINAM siguen por tal camino mi segunda crítica ya no sería justa. Eso sí, mi primera crítica atribuible en última instancia al Tribunal de Fiscalización Ambiental, se mantiene invariable.
Creo que también habría que reconocer que junto con supervisar a la industria formal el OEFA está llevando a cabo labores fundamentales para la mejora ambiental del país. Entre ellas, por ejemplo, están las denuncias que viene presentando ante el Ministerio Público contra funcionarios de municipalidades que operan botaderos de basura ilegales. El mismo reconocimiento se merece el informe “Fiscalización ambiental a la pequeña minería y minería artesanal” que acaba de hacer público y que incluye tanto la evaluación realizada como el índice de cumplimiento de cada gobierno regional en esta urgentísima tarea.
Es decir, creo que el OEFA sí está demostrando que contribuye con la mejora ambiental del territorio de nuestro país y, consecuentemente, con la mejora de la calidad de vida de cada peruano.
Finalmente, quiero decir que más allá de opiniones y críticas, errores cometidos y cambios exigidos, creo que no se debe poner en duda que la labor que cumple el OEFA como parte de la organización administrativa ambiental del Estado peruano es indispensable.