Racismo en el humor
Una de las teorías del humor más difundidas y acertadas es la teoría de la superioridad, la cual nos dice que nos reímos de algo o alguien cuando nos demuestra con su torpeza o desgracia, ser inferior a nosotros. Esta teoría, planteada inicialmente por Platón y Aristóteles pero apoyada luego por el filósofo Thomas Hobbes e incluso por Freud, es fácilmente comprobable, basta con revisar los personajes cómicos más exitosos de la historia y veremos que son aquellos personajes pobres, perdedores, incultos y torpes, quienes nos hacen reír con su desgracia. Desde Chaplin y Cantinflas, pasando por el Chavo y Mr. Bean, todos cumplen con estas características.
En el Perú ese personaje por antonomasia es el “recién bajadito”, “el serrano”, “el cholo” y este ha sido utilizado hasta el hartazgo durante décadas por diversos cómicos, empezando por Tulio Loza con su Nemesio Chupaca Porongo, pasando por Eleuterio, el cholo Cirilo, la chola Chabuca, entre otros.
Pero el personaje más controvertido de todos evidentemente es la Paisana Jacinta creado e interpretado por Jorge Benavides, quién recientemente decidió llevarla al cine. Es evidente que la película no tiene mayor pretensión que simplemente hacer reír al público con sus típicos ¡ñeñeñeñe! o ¡uy curuju! Y probablemente lo logre pues Benavides es un cómico muy ducho en su oficio. Sin embargo ¿cuál es el problema de este personaje? ¿Por qué nos duele tanto? ¿Por qué aplaudir a Chaplin, un tipo sucio, con zapato roto, mal educado y señalar con el dedo a la paisana Jacinta que utiliza la misma lógica?
Es simple, porque es una representación grotesca, burda y tendenciosa de un sector minoritario e históricamente desfavorecido de nuestra población que está buscando reivindicación hace siglos. Y no solo hablamos de los indígenas sino de las mujeres. Así es, Jacinta es pobre, fea, ignorante, pero además serrana (utilizando el sentido peyorativo de este término de pertenencia a una zona geográfica) y mujer! Benavides ofende por partida doble.
Pero hagamos de abogado del diablo. Mentiría si dijera que no me he reído al menos una vez viendo el personaje. Es cómico, hilarante. Sus muecas, gestos, sus frases típicas, son graciosas. Benavides es un excelente cómico. Además su personaje es una representación de cómo vemos los peruanos en general a las paisanas. El sólo lo hace visible, es solo un reflejo de la sociedad en la que vivimos, y prueba de ello es que mientras muchos de nosotros nos rasgamos las vestiduras su película es un éxito de taquilla.
Se pueden decir muchas cosas, plantear muchas hipótesis, críticas y ensayos, pros y contras, sin embargo si somos pragmáticos, no hay datos 100% fiables que demuestren el impacto de este personaje en la sociedad peruana. Recuerdo que antes de lanzar la película Asu Mare, la productora Tondero contrató a la consultora Arellano Marketing para que realice un estudio de comprobación de la efectividad comercial de la película. El resultado del estudio fue positivo, ello ayudó a conseguir auspicios y ya todos conocemos el éxito de la película. Es cierto, el foco de aquel estudio fue el impacto comercial más no el social pero ¿Por qué no hacer algo así con este personaje? ¿Por qué no lo hizo el propio Benavides?.
Alguna empresa de investigación social podría ayudarnos a resolver este dilema, y hacer un estudio para dejar de una vez por todas en claro si este personaje es o no racista, si impacta o no, negativamente en nuestra cultura. Nuestra lógica y sensibilidad nos dice que sí, porque refuerza estereotipos negativos, pero sería contundente presentar datos tangibles.
Desde aquí propondría hacer un estudio sobretodo en niños, que creo es el target principal de la paisana.
La mecánica sería sencilla.
1.- Ven la película.
2.- Se les presenta a paisanas verdaderas.
3.- Se observa su reacción.
4.- Se les hace preguntas relacionadas al tema.
¿Cuál creen que sería el resultado?