Una estrategia de crecimiento económico basado en las exportaciones de Ricardo Hausmann
Ricardo Hausmann es el autor del artículo que reseñamos en esta nota. Él es el fundador y director del Growth Lab y profesor de Economía Política Internacional en la Escuela de Negocios Kennedy de Harvard. Sus temas de trabajo corresponden a políticas de desarrollo, estrategias de crecimiento y agendas de diversificación a nivel nacional, regional y urbano. Fue alto funcionario del BID, ministro de Planificación de Venezuela y miembro del directorio de su Banco Central.
El documento analizado es complementario al trabajo de Dani Rodrik que presentamos la semana pasada. Se postula que el Estado, las empresas y el mercado deben ir de la mano; nada que ver con la posturas neoliberales o libertarias que recorren nuestro país. Este fue publicado en 2025 y se ubica en: https://doi.org/10.31389/lsepress.tlc.e
Resumen
Hausmann recuerda que el Consenso de Washington (CW) desestimó las exportaciones como un foco importante de las estrategias de crecimiento económico. Según sus principios, si los países unificaran los tipos de cambio, redujeran las barreras comerciales y controlaran la inflación, las exportaciones se ajustarían a su nivel eficiente. Sin embargo, el país promedio no ha reducido su brecha de ingresos respecto de EE.UU.
Él plantea que el desempeño exportador es clave para el crecimiento, y los países que crecen muestran un crecimiento de las exportaciones mayor que proporcional. En muchas economías en desarrollo y emergentes, el crecimiento está altamente correlacionado con las fluctuaciones exógenas en sus precios de exportación y en los flujos internacionales de capitales.
Elementos clave
Las economías de rápido crecimiento sostenido modifican sustancialmente la composición de su cesta de exportaciones hacia productos nuevos y más complejos. Se argumenta aquí que centrarse en las exportaciones, tanto en el margen intensivo (alrededor de los mismos productos y servicios) como, especialmente, en el extensivo (los nuevos), puede ayudar a los países a determinar qué políticas adoptar para lograr un crecimiento sostenido.
Asimismo, se destaca el papel crucial que desempeña la adopción de tecnología para el crecimiento a largo plazo, pero también las fallas del mercado que hacen que la proverbial mano invisible del mercado sea ineficiente. Este análisis no implica una nueva lista de políticas fijas que todos los países deberían adoptar, como pretendía el CW. Se trata, en cambio, de un proceso de búsqueda organizado y costoso de oportunidades de crecimiento, tanto en los márgenes de producción intensivos como extensivos.
La interrogante principal de Haussmann es cómo organizar estos procesos de búsqueda dadas las estructuras institucionales y corporativas de cada país. Las herramientas políticas, como las zonas industriales, las zonas económicas especiales, los subsidios a la investigación y el desarrollo (I+D), los subsidios a la capacitación, los bancos de desarrollo, las agencias de promoción de inversiones y las asociaciones empresariales, no son la panacea, pero pueden adaptarse de manera útil para resolver los desafíos que enfrenta el proceso de búsqueda.
Primeras evidencias
Hausmann anota que las diferencias regionales en las trayectorias de crecimiento y exportación confirman estas observaciones. Los países de Asia Oriental, incluida China, han logrado cambios rápidos en sus canastas exportadoras, han aumentado su participación en las exportaciones globales de nuevos sectores y han logrado un crecimiento acelerado.
En América Latina, en cambio, incluso países con un buen desempeño como Chile, Colombia y Perú estabilizaron la inflación, abrieron sus economías al comercio internacional y han firmado numerosos acuerdos de libre comercio) y a los flujos de capital. Sin embargo, no han logrado diversificar sus canastas exportadoras ni lograr un crecimiento sostenido. Las experiencias de muchos países de África y Oriente Medio son similares a las de América Latina.
Sin embargo, se señala que las estrategias de los países a Asia Oriental no son replicables. Hoy en día, la manufactura requiere mucha menos mano de obra, lo que lleva a una desindustrialización prematura (medida como una disminución de la participación en el empleo) y, por ende, no tendrá los beneficios de reasignación agregada del pasado. El mensaje implícito de la literatura más reciente es que las políticas de crecimiento deben centrarse más en las instituciones, la demografía y la educación.
Complejidad económica
Hausmann comenta que los países en la cima (de alto crecimiento e ingresos) producen al menos una proporción de casi todo. En cambio, los países en la base (de menor crecimiento e ingreso) producen pocas cosas. Los productos que se fabrican en muchos lugares (son ubicuos, lo que sugiere que son fáciles de fabricar) y, por tanto, lo países poco diversificados producen productos ubicuos, y los países más diversificados producen productos más únicos.
Los países en la cima incluyen Austria, República Checa, Dinamarca y Suecia. Los países en la base incluyen Bangladesh, Etiopía, Guinea-Bissau, Nigeria y Sudán. Al respecto, el autor muestra una fuerte asociación entre el crecimiento y el índice de complejidad económica.
Los países ricos sí tienen la capacidad de producir casi todo, pero pueden optar por no utilizarla intensamente. Los países pobres tienen la capacidad de producir menos productos y de mayor uso generalizado. Al respecto, se sugiere que el crecimiento sostenido requiere una expansión de la capacidad para producir más productos y productos más complejos.
La tecnología
En la interpretación alternativa de Hausmann, la tecnología es el conocimiento productivo que se utiliza para transformar el mundo físico y social. Este conocimiento ha crecido exponencialmente durante siglos. Sin embargo, nuestra capacidad individual para absorberlo no lo ha hecho. Para poder utilizar más conocimiento a nivel social se ha empleado tres mecanismos complementarios.
Primero, la división del conocimiento: ponemos diferentes fragmentos de conocimiento en diferentes cabezas. Al hacerlo, el todo puede saber mucho más que sus partes. En segundo lugar, la modularización divide los procesos de producción en etapas. Cada etapa requiere la coordinación de un grupo diverso de trabajadores que poseen los conocimientos productivos necesarios para ejecutarla. En tercer lugar, la codificación convierte el conocimiento tácito del cerebro en otras formas que pueden compartirse más fácilmente mediante la documentación, la estandarización, la clasificación y una comprensión científica más profunda de los mecanismos implicados.
Entonces, implementar tecnología significa poder conformar el equipo humano –con su knowhow diferenciado– que abarque el conocimiento necesario para realizar esa etapa del proceso productivo y asegurar todos los insumos relevantes y el conocimiento codificado.
Por otra parte, las industrias pueden existir si logran asegurar las capacidades necesarias, incluyendo trabajadores que abarquen los conocimientos técnicos requeridos, insumos de mercado no comercializables y bienes públicos (las carreteras, los semáforos, las señales de tráfico, las normas y agentes de tráfico, entre muchos otros elementos). El proceso de adopción de tecnología implica un aumento en la disponibilidad de estas capacidades no comercializables que genera el Estado.
Nuevas actividades
Hausmann se pregunta ¿cómo pueden surgir nuevas industrias si no se cuenta con las capacidades necesarias? La respuesta está en que todo es mucho más fácil si la industria pionera puede traer trabajadores con experiencia en la industria desde un lugar donde la industria ya existe.
Los insumos no comercializables necesarios para una nueva industria son el resultado de industrias que podrían no existir aún, en parte porque las industrias que utilizarían su producción como insumo también están ausentes. Este es el típico problema del huevo y la gallina. ¿Cómo se resuelve? A través de políticas industriales explícitas que brindan garantías para abordar estas cuestiones.
Para el autor todos estos son ejemplos de fallas de coordinación. Son la norma, no la excepción, en el margen extensivo, y pueden abordarse coordinando actividades de maneras no comerciales. Resolver estos problemas puede incluso generar externalidades positivas que los mercados no consideran y, por lo tanto, no aprovechan plenamente. Si un país adquiere una capacidad porque la demanda una industria específica, esa capacidad ahora está disponible para otras industrias.
Las políticas
Hausmann señala que las distorsiones inducidas por las políticas que fueron el foco del CW —tipos de cambio desalineados, represión financiera, proteccionismo y políticas fiscales insostenibles— siguen siendo una preocupación relevante, aunque en un número cada vez menor de países. Estos problemas afectan la estabilidad y la eficiencia a corto plazo. Sin embargo, el crecimiento a largo plazo requiere la adopción sostenida de tecnología, que está plagada de fallos de mercado.
La lista de instrumentos es larga. Los subsidios a la investigación y desarrollo La I+D crean externalidades positivas que implican que los mercados tienden a subabastecerlas en general. Las zonas industriales también pueden servir como una solución genérica a diversos problemas. Estas abordan la necesidad de que la manufactura se lleve a cabo en entornos urbanos, que están altamente regulados.
La manufactura requiere acceso a carreteras, puertos y aeropuertos para la entrada y salida de materiales y productos, y requiere transporte urbano para el desplazamiento de los trabajadores. Requiere energía, agua, plantas de tratamiento de agua, seguridad y otros servicios. Los mercados no pueden garantizar el suministro simultáneo y continuo de todos los insumos en todas partes, pero los gobiernos pueden garantizar su suministro en un punto específico. Esto justifica algún tipo de subsidio.
ZEE
Las zonas económicas especiales (ZEE) incluyen algunas excepciones a la legislación general de un país, especialmente para evitar distorsiones en las actividades orientadas a la exportación. Su estatus de zona franca puede reducir los costos de transacción asociados con el trámite aduanero de insumos importados para productos que se espera reexportar.
En el lado negativo, las ZEE crean una frontera con el resto del país y pueden limitar la integración de las cadenas de valor nacionales. Sin embargo, se pueden crear economías de aglomeración en regiones atrasadas mediante una combinación de incentivos fiscales, la ubicación de las actividades gubernamentales, preferencias en las compras gubernamentales e inversiones en infraestructura.
Definiciones políticas
La definición de las políticas depende en gran medida del contexto y de cada sector. En primer lugar, se debe distinguir entre las industrias existentes y las nuevas industrias potenciales. En segundo lugar, entre tecnologías maduras y tecnologías emergentes. En tercer lugar, entre tecnologías y procesos en función del grado de adaptación local que requieren. En cuarto lugar, se debe considerar que las industrias surgen con diferentes requisitos de escala mínima.
En quinto lugar, se debe considerar las diferencias entre los agentes de cambio que pueden iniciar o participar en una industria: grandes organizaciones consolidadas frente a startups, y corporaciones globales frente a pymes. Finalmente, cada industria requiere distintos tipos de bienes públicos.
Los gobiernos
Hausmann propone que los gobiernos deben contribuir a revelar la información necesaria para identificar oportunidades y obstáculos para la expansión a nuevas industrias en un contexto de fallas sistémicas del mercado.
Si un gobierno desea promover la diversificación, debe desarrollar mecanismos para conocer a los agentes que exploran las posibilidades, las oportunidades que encuentran y los obstáculos y las fallas del mercado que enfrentan. Pero sin incentivos para responder, la información puede desperdiciarse.
La estrategia gubernamental debe considerar cómo identificar estas nuevas oportunidades y obstáculos. Asimismo, conectar los puntos entre la información que llega a las entidades promotoras del crecimiento –como bancos de desarrollo, entidades de promoción de inversiones, agencias de promoción de exportaciones, ZEE, asociaciones empresariales, universidades, centros de investigación, instituciones de formación profesional, entidades de políticas de ciencia y tecnología– para promover la identificación de problemas y el desarrollo de capacidades, finaliza el autor.

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