¿Del bilateralismo, al multilateralismo y a la pretensión unilateral de los estadounidenses?
A comienzos del mes de diciembre todo el mundo se enteró de la Nueva Estrategia de Seguridad Nacional (NSS) de los Estados Unidos de América. Sin lugar a duda, esta podría ser más dañina y peligrosa para el mundo más allá tanto de la política arancelaria iniciada en abril de 2025 -pero con muchas idas y vueltas-, como de la política anti migratoria.
Desafortunadamente, está ya se ha puesto en acción con la incautación ilegal, el bloqueo de embarcaciones petroleras, la destrucción de 30 lanchas y asesinatos en el Caribe. Ni mencionar el apoyo al genocidio en Gaza. Al respecto, el objetivo de esta nota es presentar lo elementos más saltantes del NSS para nuestra región. Sin embargo, no se discutirá aquí que se puede articular como respuesta colectiva y/o individual (del Perú) ya que se requeriría un análisis detallado.
De partida, Jeffrey D. Sachs, ha realizado una valiosa crítica al NSS en cuatro puntos: 1) La creencia de que EE.UU. disfruta de una supremacía sin igual en todas las dimensiones del poder; 2) se basa en una visión que trata a otras naciones como instrumentos que pueden manipularse; 3) descansa en un nacionalismo ingenuo que considera las instituciones y el derecho internacional como obstáculos para la soberanía estadounidense; y 4) reafirma el uso de la CIA y de las fuerzas armadas al servicio de sus intereses.
El objetivo nacional
El NSS establece como objetivo principal la supervivencia y la seguridad continua de EE.UU. como una república independiente y soberana cuyo gobierno garantice los derechos naturales otorgados por Dios a sus ciudadanos y priorice su bienestar e intereses.
Quieren proteger a ese país, a su gente, a su territorio, a su economía y a su forma de vida de ataques militares y de influencias extranjeras hostiles, ya sea espionaje, prácticas comerciales predatorias, tráfico de drogas y de personas, propaganda destructiva y operaciones de influencia, subversión cultural o cualquier otra amenaza.
Quieren control total de sus fronteras y de una infraestructura nacional resiliente que pueda resistir desastres naturales, resistir y frustrar amenazas extranjeras, y prevenir o mitigar cualquier evento que pueda perjudicar al pueblo estadounidense o perturbar la economía estadounidense.
Léase con cuidado: Quieren reclutar, entrenar, equipar y desplegar las fuerzas armadas más poderosas, letales y tecnológicamente avanzadas del mundo para proteger sus intereses, disuadir guerras y, de ser necesario, ganarlas con rapidez y contundencia, con el menor número posible de bajas, entre otros elementos.
Objetivos mundiales
EE.UU. quieren asegurar que el hemisferio occidental (América toda) permanezca razonablemente estable y suficientemente bien gobernada para prevenir y desalentar la migración masiva a EE.UU. Asimismo, quieren un hemisferio cuyos gobiernos cooperen contra los narcoterroristas, los cárteles y otras organizaciones criminales transnacionales y que permanezca libre de fuerzas extranjeras hostiles; quieren la propiedad de los activos clave que sustentan cadenas de suministro críticas; y asegurar el acceso continuo a ubicaciones estratégicas clave.
En otras palabras, harán valer y aplicar un Corolario Trump a la Doctrina Monroe de que toda América es para los estadounidenses y que detallaremos más adelante. Asimismo, en el NSS se señala que quieren detener y revertir el daño continuo que los actores extranjeros infligen a la economía estadounidense, preservando la libertad de navegación en todas las rutas marítimas cruciales y manteniendo cadenas de suministro seguras y confiables y el acceso a materiales críticos.
Quieren impedir que otra potencia domine los suministros de petróleo y gas del Medio Oriente y los puntos por donde pasan; y también quieren garantizar que la tecnología y los estándares estadounidenses —particularmente en inteligencia artificial, biotecnología y computación cuántica— impulsen al mundo hacia adelante.
Estrategia
En el documento se señala que las políticas exteriores, de defensa y de inteligencia de EE.UU. deben regirse por los siguientes principios básicos: i) definición enfocada en el interés nacional; ii) la paz a través de la fuerza (la fuerza es el mejor elemento disuasorio); iii) predisposición al no intervencionismo, pero para un país como EE.UU. con intereses tan numerosos y diversos, la adhesión rígida a la no intervención es imposible.
Asimismo, iv) realismo flexible que busca buenas relaciones y relaciones comerciales pacíficas con las naciones del mundo sin imponerles cambios democráticos ni sociales que difieran considerablemente de sus tradiciones e historias; v) primacía de las naciones donde el mundo funciona mejor cuando estas relievan sus intereses, se oponen a las incursiones de las organizaciones transnacionales y abogan por su reforma para que contribuyan, en lugar de obstaculizar, la soberanía individual y promuevan los intereses estadounidenses.
Por otra parte, vi) EE.UU. protegerá sin reservas su propia soberanía. Esto incluye evitar su erosión por parte de las transnacionales y organizaciones internacionales; vii) tampoco puede permitir que ninguna nación se convierta en tan dominante que podría amenazar sus intereses; viii) la política estadounidense será pro-trabajador, no solo pro crecimiento; ix) desde las alianzas militares hasta las relaciones comerciales se insistirá en recibir un trato justo de otros países; y x) la prosperidad y la seguridad dependen del desarrollo y la promoción de la competencia, pero sin afectar a los trabajadores estadounidenses.
Prioridades
El NSS establece diversas prioridades iniciando con la declaración de que la era de la migración masiva ha terminado. El propósito del gobierno estadounidense es garantizar los derechos naturales otorgados por Dios a los ciudadanos estadounidenses, una mejor distribución de cargas y transferencia de cargas (como en el caso de la OTAN), y realinear países y regiones hacia sus intereses y abrir nuevos mercados.
Por otra parte, dado que la seguridad económica es fundamental para la seguridad nacional, se trabajará para fortalecer aún más la economía estadounidense, con énfasis en: i) un comercio equilibrado; ii) la reindustrialización; iii) reactivar su base industrial de defensa; y iv) asegurar el acceso a cadenas de suministro y materiales críticos para lo cual la Comunidad de Inteligencia monitoreará las principales cadenas de suministro y los avances tecnológicos en todo el mundo para asegurar que se comprenda y mitigue las vulnerabilidades y amenazas.
Asimismo, v) restaurará el dominio energético estadounidense (petróleo, gas, carbón y energía nuclear) y repatriará los componentes energéticos clave necesarios (léase Venezuela y Medio Oriente) para obtener energía barata y abundante. Lo anterior a la par de rechazar las desastrosas ideologías del cambio climático y el cero neto de emisiones que tanto han perjudicado; y por último, vi) preservará y aumentará el dominio del sector financiero de EE.UU.
Hemisferio Occidental: América
El NSS señala que, tras años de abandono, EE.UU reafirmará y aplicará la Doctrina Monroe para restaurar la preeminencia estadounidense en el hemisferio occidental (entendida por toda América del Norte, Centro y Sur) y proteger su territorio y acceso a geografías clave en toda la región.
Luego se anota que se negará a competidores no hemisféricos la capacidad de posicionar fuerzas u otras capacidades amenazantes, o de poseer o controlar activos estratégicamente vitales en su hemisferio. Este Corolario Trump Trump de la Doctrina Monroe será una restauración sensata y contundente del poder y las prioridades estadounidenses, coherente con los intereses de seguridad de EE.UU.
Alistar y expandir
Según el documento, sus objetivos para el hemisferio occidental (América toda) se pueden resumir en alistar y expandir. Se reclutará a sus aliados consolidados en el hemisferio para controlar la migración, detener el tráfico de drogas y fortalecer la estabilidad y la seguridad terrestre y marítima. Se expandirán cultivando y fortaleciendo nuevos socios, a la vez que se refuerza el atractivo de la nación como socio económico y de seguridad predilecto del hemisferio.
Según el NSS la política estadounidense debería centrarse en reclutar líderes regionales que puedan contribuir a crear una estabilidad tolerable en la región. Estas naciones los ayudarían a frenar la migración ilegal, neutralizar los cárteles, impulsar la manufactura local y desarrollar las economías privadas locales, entre otras cosas.
Se recompensará y alentará a los gobiernos, partidos políticos y movimientos de la región que se alineen ampliamente con sus principios y estrategia. Sin embargo, no se debe ignorar a los gobiernos con perspectivas diferentes, con quienes, no obstante, compartimos intereses y que desean colaborar con ellos.
Presencia militar
La NSS anota que EE.UU. debe reconsiderar su presencia militar en el hemisferio occidental. Esto implica cuatro cosas: i) un reajuste de su presencia militar global para abordar amenazas urgentes en su hemisferio, especialmente las misiones identificadas en esta estrategia (léase lucha antidroga); ii) una presencia más adecuada de la Guardia Costera y la Marina para controlar las rutas marítimas (contra el narcotráfico y la migración).
Asimismo, iii) impulsar despliegues militares específicos para asegurar la frontera y derrotar a los cárteles (incluido el uso de fuerza letal); y iv) establecer o ampliar el acceso en ubicaciones estratégicamente importantes.
Lo económico
EE.UU. priorizará la diplomacia comercial para fortalecer su economía e industrias, utilizando aranceles y acuerdos comerciales recíprocos como herramientas poderosas. El objetivo es que sus países socios fortalezcan sus economías nacionales, mientras que un hemisferio occidental económicamente más fuerte y sofisticado se convierte en un mercado cada vez más atractivo para el comercio y la inversión estadounidenses.
En el NSS se plantea que fortalecer las cadenas de suministro críticas en este hemisferio reducirá las dependencias y aumentará la resiliencia económica estadounidense. Los vínculos creados entre EE.UU. y sus socios beneficiarán a ambas partes, al tiempo que dificultarán que competidores no hemisféricos aumenten su influencia en la región.
Competidores no hemisféricos
El documento establece que quieren que otras naciones los consideren su socio predilecto y, por diversos medios, se desalentará su colaboración con otros socios no hemisféricos. Competidores no hemisféricos han realizado importantes incursiones en nuestro hemisferio, tanto para perjudicarlos económicamente en el presente como para dañarlos estratégicamente en el futuro (léase China). Permitir estas incursiones sin una respuesta firme es otro gran error estratégico estadounidense de las últimas décadas.
El Consejo de Seguridad Nacional iniciaría de inmediato un sólido proceso interinstitucional para encargar a las agencias, con el apoyo del brazo analítico de la Comunidad de Inteligencia, la identificación de puntos y recursos estratégicos en el hemisferio occidental con miras a su protección y desarrollo conjunto con los socios regionales.
Todo funcionario estadounidense que trabaje en la región o para ella debe estar al tanto del panorama completo de la influencia externa perjudicial y al mismo tiempo aplicar presión y ofrecer incentivos a los países socios para proteger su hemisferio. Asimismo, proteger con éxito su hemisferio también requiere una colaboración más estrecha entre el gobierno de EE.UU. y el sector privado estadounidense; y evitando medidas como los impuestos selectivos, la regulación injusta y la expropiación que perjudican a las empresas norteamericanas.
Colofón
Es indudable que debemos generar respuestas colectivas e individuales, difíciles y complejas, frente a esta nueva amenaza global que nos retrocede en la historia. Por otra parte, no debemos olvidar las expresiones de Martin Niemöller, pastor luterano, crítico de las políticas nazis y que ahora nuevamente cobrarían vigencia.
“Primero vinieron por los socialistas, y guardé silencio porque no era socialista. Luego vinieron por los sindicalistas, y no hablé porque no era sindicalista. Luego vinieron por los judíos, y no dije nada porque no era judío. Luego, vinieron por mí, y para entonces ya no quedaba nadie que hablara en mi nombre”.

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