Por una Argentina desarrollada: Lineamientos estratégicos alternativos del Grupo Paternal
La reciente derrota electoral de Milei en la Provincia de Buenos Aires abre nuevos espacios no solo a nivel argentino, sino internacionales como en el Perú donde tiene muchos admiradores. La propuesta libertaria comienza a hacer agua. La reducción de la inflación y la estabilización relativa del tipo de cambio no son suficientes. Las personas luego de dos años quieren percibir que mejoran sus condiciones de vida y que todos los ciudadanos importan. Asimismo, que la corrupción no es un atributo exclusivo de la casta.
Hay que ir pensando en respuestas alternativas, tanto para la Argentina como para el Perú. El Grupo Paternal es un espacio de encuentro político nacido para construir un futuro sostenible de bienestar, igualdad y libertad para la Ciudad de Buenos Aires y Argentina. Este se autodefine como una izquierda democrática y progresista que reúne militantes políticos, sindicales, de la academia y la cultura. Asimismo, que tampoco condona los errores del peronismo en el gobierno. Hay algunas aportaciones interesantes para nuestro país. https://grupopaternal.ar/2025/08/16/por-una-argentina-desarrollada-lineamientos-estrategicos-alternativos/
Visión económica
El Grupo Paternal aspira a un país que alcance un desarrollo productivo mucho más complejo y diversificado, pero a la vez más sostenible que el actual. Para esto, es necesario impulsar la industria existente e incorporar todas las actividades que tengan perspectivas de crecimiento con eficiencia y competitividad internacional, en el marco de una economía paulatinamente más abierta y un tipo de cambio competitivo, compatible con el desarrollo del país y el equilibrio a largo plazo de la balanza de pagos.
En este camino se deben incluir tanto sectores de alto valor agregado —como los de la llamada economía del conocimiento— como el desarrollo de la ciencia y la tecnología para potenciar el entramado productivo. Todo esto se complementará con actividades extractivas agropecuarias, mineras y petroleras, que ya se realizan o están en proceso de desarrollo, a cuyas producciones se procurará agregar tanto valor como sea posible de forma internacionalmente competitiva.
El sector financiero apoyará el sistema productivo, de manera que una porción mayor del ahorro interno se transforme en inversión, e incentivará el ingreso de capitales extranjeros, que aporten a elevar la productividad y las exportaciones. En ese proceso, la generación de empleo de calidad con elevados salarios reduciría sustancialmente la indigencia, la pobreza y se promueve una mejor distribución del ingreso.
A la par se acompaña un proceso extraordinario de inversión en las condiciones de vivienda, formación y salud de la población, potenciando el círculo virtuoso del modelo de desarrollo.
La estrategia
Según el Grupo Paternal, la propuesta implica una estrategia moderna y planificada para el desarrollo, en el marco del capitalismo como sistema económico mundial, donde el Estado regula el sector privado para beneficio de toda la sociedad, además de intervenir activamente para mejorar la distribución del ingreso. Los países históricamente exitosos lograron un mejor equilibrio social, económico, político y ambiental comprendiendo estas premisas fundamentales del sistema capitalista.
Se utilizaron las herramientas del Estado para adoptar medidas regulatorias, coercitivas y consensuadas, para que el sector privado privilegie la inversión productiva en sectores estratégicos, produciendo tecnología, agregando valor e innovando. Esto no es sencillo ni automático: para que el Estado argentino pueda cumplir ese rol hace falta un importante proceso de reforma, que lo dote de capacidades y de la mayor independencia posible respecto de los intereses corporativos, sin descartar la necesaria discusión y colaboración pública-privada.
Experiencia reciente
Es claro que el modelo de desarrollo guiado por el Estado colisiona con un sentido común que se ha buscado instalar en los últimos años en Argentina (y en el Perú), que piensa el Estado únicamente como un agente coactivo que cobra impuestos y obstaculiza los emprendimientos personales.
Este prejuicio es tan inválido y perjudicial para la sociedad como suponer que el Estado puede hacer todo en el marco de un sistema capitalista en que el mercado es su contraparte lógica y necesaria. Las correctas regulación e interacción de estos actores son precisamente las que permitirán un desarrollo nacional potente, e impedirán que en su lugar cobren poder otros actores más nocivos para la sociedad (mafias, narcotráfico, entre otros) anota el Grupo Paternal.
Funciones del Estado
Se establece que el Estado nacional tiene dos funciones fundamentales: 1) reducir el conflicto entre actores naturalmente enfrentados, a niveles tolerables para la reproducción de las relaciones sociales del sistema; 2) proporcionar los bienes públicos, que el sector privado no puede suministrar, para el normal desenvolvimiento de la sociedad.
Tal mezcla de interacciones y objetivos, de conflictos y cooperación, llevará a un desarrollo que de ninguna manera es lineal, sino que tiene avances y retrocesos, que hará necesarias continuas revisiones y correcciones a las decisiones. Más en un país como la Argentina (y el Perú) cuya característica distintiva es la falta de acuerdos básicos y donde una porción de la sociedad tiene autonomía respecto de las decisiones estatales.
Política cambiaria
El objetivo de la política cambiaria, según el Grupo paternal, será asegurar la competitividad de la producción nacional para facilitar el pleno empleo, estabilizando la economía y controlando la inflación. Para esto no se puede depender de un tipo de cambio bajo (ancla cambiaria) como el actual, que desalienta la producción nacional.
Con un tipo de cambio en un nivel más razonable, y consistente con políticas de desarrollo que incluyan una orientación exportadora y mayor competencia con la producción extranjera, el banco central deberá tener una estrategia de acumulación de Reservas Internacionales y administración de los flujos de la balanza de pagos que tenga como meta su estabilidad de mediano plazo.
Las regulaciones macroprudenciales son fundamentales para tal fin, desincentivando flujos de capital financiero de corto plazo, sin interferir en otros flujos tales como importaciones, giros de utilidades, formación de activos externos, entre otros. Aquellos flujos presionan el tipo de cambio y tensionan la política monetaria, cuestiones que deben evitarse.
Política fiscal
En general y en el mediano plazo, se deberá procurar sostener un superávit primario que garantice al menos el equilibrio financiero. A corto plazo, en cambio, la política fiscal deberá tener un sesgo anticíclico, de manera que habrá superávits financieros en los años de crecimiento de la actividad económica y se podrá apelar, de considerarse necesario, a un déficit primario temporal en años en que se requiera elevar la demanda de bienes y servicios por parte del sector público para reactivar la producción privada.
Ello implica la creación de un fondo de estabilización que se alimentará de la recaudación generada por los instrumentos que graven las ganancias extraordinarias. El aumento del gasto público es una herramienta básica de política económica, pero en las condiciones actuales de la economía argentina y dado su carácter bimonetario es particularmente importante mantener el equilibrio fiscal.
Un tema importante para el Grupo Paternal es la reforma previsional que debe tender a un ingreso universal e igualitario para los adultos mayores, suficiente para cubrir la canasta de una persona jubilada, sufragado con rentas generales de manera de reducir el costo laboral para las empresas y no afectar la formalización.
Reforma tributaria
Argentina tiene pendiente una reforma tributaria profunda y sustentable que deberá incluir: 1) Ampliar la relevancia de impuestos al patrimonio, con alícuotas mayores y progresivas, eliminar las exenciones a diferentes tipos de riqueza que existen hoy; 2) En relación con el impuesto a los ingresos se buscará eliminar las exenciones hoy abusivas en términos de gasto tributario y de inequidad social.
En 3) lugar, las rentas extraordinarias derivadas de sostenimiento intencional de un tipo de cambio alto serán gravadas por derechos de exportación, específicamente por un sistema de retenciones móviles que considere el tipo de cambio, los precios internacionales y los costos para dar mayor previsibilidad; y 4) impuestos con alícuotas crecientes a los distintos eslabones de cada cadena de valor que produzcan deseconomías externas: por ejemplo, emisiones de CO2 y otros contaminantes, consumo de agua en actividades extractivas, entre otras.
Política antiinflacionaria
Para el éxito de cualquier plan de desarrollo, según el Grupo Paternal, es necesario que se sostenga un set de precios relativos razonable y estable. La persistencia de altas tasas de inflación desordena esos valores relativos, desestabiliza cualquier intento de crecimiento, y pervierte los incentivos a producir e invertir, incentivando las aplicaciones financieras. La política antiinflacionaria será diferente según el contexto.
En caso de enfrentar un desborde macroeconómico, se requerirá un programa de estabilización de corto plazo. A su vez, el programa deberá regular los precios de servicios públicos o cuasimonopólicos y bienes de demanda altamente inelástica —gas, energía eléctrica, agua y cloacas, transporte, comunicaciones, medicina prepaga, educación privada, medicamentos — e intervenir sobre los precios generales de la energía y de los insumos de uso difundido sin subsidios, excepto transporte.
Esas políticas coyunturales deben ser complementadas por una batería de instrumentos de índole productiva y comercial. Con ellos se buscará una economía más abierta con sectores exportadores de alta productividad, tipo de cambio competitivo y estable, crecimiento del mercado interno a partir de la creación de empleo y mejora en las condiciones de trabajo, y políticas productivas que retroalimenten este proceso virtuoso (de innovación tecnológica, industriales, para el sector servicios, de inserción internacional en eslabones de mayor complejidad tecnológica, entre otras).
Política social y distributiva
El objetivo de cualquier política de desarrollo para Argentina, según el Grupo Paternal, debe ser la eliminación de la pobreza en el mediano plazo y hacer más igualitaria la distribución del ingreso; y en el corto, paliar la urgencia social, garantizando el acceso a alimentos y productos de primera necesidad. Para esto, son necesarias:
1) La elevación —y preservación— del valor real de las transferencias universales a la niñez y a la desocupación; 2) la ampliación de la asignación universal por Hijo. Este nuevo monto dinerario se ajustará por inflación, para que sostenga de manera previsible la capacidad de adquirir alimentos en todas las familias con niños menores de edad; y 3) la creación de un fideicomiso de soberanía alimentaria, que promueva la producción de alimentos y garantice su acceso a toda la población.
El Estado implementará mercados centrales regionales conectados a lo largo y ancho del territorio nacional, reduciendo los costos logísticos asociados a la comercialización mayorista de alimentos. Asimismo, se promoverán la promoción y la asistencia técnica y financiera de los sectores de la economía popular que complementen estas tareas estatales.
Deuda externa
El criterio general deberá ser que el repago de la deuda no comprometa los objetivos fiscales ni el gasto necesario para el desarrollo nacional. Argentina no tiene una deuda excesivamente grande, por ejemplo, con relación a su PIB; el problema radica en sus plazos de pago y en la presión sobre el mercado cambiario. Por ende, como paso inicial, deberá incluir una renegociación voluntaria de la deuda existente.
A la vez, la sustentabilidad de la deuda requiere establecer límites institucionales a la toma de nueva deuda en divisas, de manera que no pueda superarse el umbral de lo efectivamente repagable por el país. Idealmente, esto debería ser una regla institucionalizada y una ley convenio con las provincias, de manera que sea difícil de modificar en el futuro por mayorías circunstanciales irresponsables.
Colofón
El documento del Grupo Paternal que hemos reseñado brevemente — omitiendo algunas de sus secciones— termina señalando que es un aporte para el debate público. Es la tarjeta de invitación hacia quienes buscan una alternativa a la actualidad y a los errores del pasado.
Asimismo, es a la vez el guante que recogen, a partir del diálogo que llevan adelante con muchos otros espacios, reflexiva y provocativamente, para armonizar propuestas para el futuro de Argentina. Ese debate honesto y constructivo es el único mecanismo posible para superar colectivamente las consecuencias del experimento Milei.

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